CISNEROS A LOS ALTARES
Antonio Parra
Clama no ceses dice el salmista y el que
tenga oídos para escuchar que esté atento nos dijo Jesucristo.¡Con la que está
cayendo! Pero el oficio de présago y agorero está en decadencia. La historia de
los acontecimientos humanos es un perpetuo cambio, una transformación
incesante. Quiero decir apocalipsis. Bella palabra griega que corresponde a uno
de los libros más difíciles de comprender y que hay que leer con tiento. Con el
apoyo de las andaderas que brindan los textos de los Santos Padres o la
hermenéutica magistral que ha caracterizado la sabiduría de la Iglesia Católica
que en este caso es legataria de la verdad. Una interpretación ad líbitum de
los oscuros versículos joánicos nos puede conducir al desastre. Porque también
los cabalistas y esa es mi convicción al cabo de más de tres lustros de estudio
y hubo un tiempo en que creí en apariciones y en saludadoras marran el golpe.
Humo de Satanás. Nadie sabrá por muchos acrósticos y muchas carteles al revés
que quiera interpretar con soltura de prestidigitador y se devane los sesos
cuando vendrá la Parusía.
Por eso me gusta Francisco de Cisneros porque
fue un gigantesco guardián de la fe española en un ámbito de libertad y de
contraste de pareceres a la luz de la Revelación un venator scientiae(cazador
de sabiduría) que decían los antiguos. Un escudriñador de la Escritura desde la
custodia de la ortodoxia. Los libros sagrados necesitan estudio y vela con el
asesoramiento de las exegesis autorizadas. Sin un bagaje mínimo de
conocimientos nadie puede erigirse en heraldo de la palabra de Dios.
La polémica que sostuvo con su colega y sin
embargo amigo y compañero en el confesionario de la Reina Hernando de Talavera
la ganó. Éste propiciaba la utilización de la lengua vulgar en los oficios
divinos para darselo mascado al feligrés
y Cisneros le contestaba que no que para eso ya estaban los catecismos y
que había que guardar celosamente las tradiciones místericas y la parte de
magia que corresponde a toda religión y de rito. En el Golgotha por ejemplo se
habló mayormente griego pues Cristo era un judío helénico a lo que parece con
un poco de latín por los soldados de Pilatos y también hebreo.
La experiencia de los acontecimientos
que son de nuestros días parecen haber dado la razón al insigne franciscano de
Torrelaguna. La lengua vulgar a veces no guarda la fe sino que la destruye. O
si no miren el desarreglo y mar de confusión en que ha quedado la
liturgia tras el Vaticano II y a las que Ratzinger quiere poner coto.
Talavera era un buen monje jerónimo con
fama de santo decía y cuanta verdad es “la fe de los cristianos y las obras de
los moros”; llegaba el tiempo de las grandes contiendas religiosas y ese
pensamiento fue la chispa que encendería la hoguera luterana años más tarde con
la teología de la justificación por las obras. Y de política entendía muy poco
y donde fracasó él en la pacificación de la Alpujarra pues en sus gustos y
costumbres hasta puede que el arzobispo de Granada se aljamiara un poquillo;
Cisneros que era un galgo corredor para el gobierno de los estados y no un softy
(compadece al pecador y fustiga siempre su pecado era su norma) a partir del
conocimiento que tenía de los hombres decía que nuestra religión es letra pero
no letra muerta y hay que asesorarse e instruirse especular. Por eso fundó la
Complutense y se puso al frente del proyecto de versión de la Políglota. De
modo que su estatura dentro de la Iglesia Católica resulta de una talla prócer
y nadie se explica cómo es que no ha subido a los altares este fraile
mendicante que fue tan limosnero y al que la mitra no se le subió a la cabeza.
Utilizaba el poder al servicio de la causa de la justicia y del buen gobierno
nunca por el medro propio ni el personal interés.
Su causa lleva incoada desde siglos
atrás - y una idea que brindamos al actual sucesor de Pedro Benidicto XVI
proximo a venir a españa- pero ha encontrado una sorda oposición en un pasillo
vaticano que todos sabemos quienes son pero que fue el mismo que profanó la
tumba de Paulo IV el papa Caraffa con inscripciones groseras y ha dado
carpetazo al proceso de beatificación de Isabel I de Castilla .
Fray Pedro Quitanilla OFM encauzó las
oportunas diligencias para abrir la causa de canonización tras su muerte en Roa
el 8 de noviembre de 1517 a los 82 años en olor de santidad. Todo el pueblo lo
aclamaba como santo y pasaba sobre su catafalco tratando de obtener alguna
reliquia. Durante el reinado de Felipe IV en 1655 dio instrucciones a su
embajador ante la santa sede para que moviera el asunto y escribió varias
cartas al papa pontificante Inocencio X. Buenas palabras pero sin resultado.
Alguien movía los hilos cortocircuitando las propuestas. En la actualidad sigue
aparcada. Lo mismo que la de Isabel. Se han obtenido pruebas inconcusa de práctica
de la virtud en grado heroíco por sendos augustos personajes del plateresco
hispana y hasta algún milagro se ha conseguido por su intercesión pero alguien
se opone ¿Por qué? Pues que lo explique Paloma Gómez Borrero
Ambos personajes para nuestra desgracia han
sido el eje central de la hispanofobia. Todo un fenómeno histórico. Odio
satánico a la manera de ser y a la concepción del mundo de los españoles
auténticos paladines de la defensa de la religión católica. De poco nos ha
servido. Con la iglesia hemos topado Sancho. Les sigue un poco más detrás
Cristóbal Colón cuyo centenario celebramos lo mismo que el acceso de Fray
Francisco a la Regencia del Trono en virtud de la Concordia de Salamanca en
1506 un hecho que no se celebró en Salamanca sino en un humilladero del pueblo
de Villafáfila cerca de las charcas y camino de Puebla de Sanabria.
. Interlocutores de este conciliabulo
Fernando de Aragón, Felipe de Austria y el arzobispo de Toledo. Don Fernando,
que era muy voluble e inconstante como buen político, engañó a su yerno y puede
que de aquel conclave surgiera la decisión de acabar con el petulante flamenco.
El joven moriría dicen que envenenado al cabo de aquel verano. La reunión tuvo
lugar en junio y el principe fallece a últimos de septiembtre ; Colón en noviembre. Pero hay también una boda. La
de Germana de Foix un princesa gala de 18 años con el viuda de Isabel de
Castilla. Fernando tenía 54 años y no andaba ya muy bien de las cañerías por lo
que el matrimonio no tuvo descendencia y hasta hay duda de que llegase a
consumarse. El Rey busca el asesoramiento de curanderas y pide yerbas. Se le
había acabado la munición después de los cinco hijos legítimos y otros tantos
naturales a los que dejó bien colocados. A uno en la Silla arzobispal de Zaragoza
a las restantes monjitas de Santa Clara en Madrigal.
Por entonces los frailes sobre todo los
franciscanos predicaban cosas horrendas contra los alemanes. Se está gestando
la revuelta de los comuneros que tiene un caracter religioso. El libro de
referencia de toda esta parenética el Apocalipsis. Porque también a principios
del quinientos creía la gente que se iba a acabar el mundo. No se acabó. Lo que
vino fue el siglo del amor que es como conocen los historiadores al XVI. Bien
tiempo de apocalipsis. La b de Tpony Blair y la de Bush de la que uno de esos
terroristas de la web en tono de amenaza dice que da mala suerte. Pero tengo que escribir de eso. Contar cómo
una gorda en la playa se la estalla el bañador y cae redonda sobre la arena y
tienen que venir los bnomberos a tapar el agujero con una leyenda que dice quam
terribilis est locus iste (que terrible es este lugar) no me apetece.
Tiempo de cambio. Apocalipsis a todo meter.
El origen de esta caústica narración atribuida
al Discipulo Amado autoría que los últimos escrituristas ponen en duda es una
incógnita que toda su vida tuvo con el alma en vilo a Francisco de cisneros
[Gonzalo en el siglo, y que hijo de un hidalgo pobretón y muy probablemente de
ascendencia conversa originaria de ese insignificante pueblo de los Campos
Góticos en León alcanzó la silla toledana la segunda Roma] y fue una de las
razones que le movieron a la titánica empresa de hacer imprimir la biblia
políglota cotejando los textos más antiguos de los Evangelios, las epistolas y
el viejo testamento. Ardor de intelectual mesiánico.
Partía de una premisa que el reino de
Dios el verdadero Israel y el tiempo de la promesa se había refundido en la
idea imperial del trono español pueblo elegido como albacea del legado
veterotesmentario davídico y brazo de la ley del heredero de las apostoles esto
es el pontífice romano. Trono y altar. Salvación de los pueblos y que todas las
naciones de la tierra conocieran a Jesucristo. Ese era el sueño por lo que los
motivos que le indujeron a la acción y este fraile menor era todo energía no
podían ser más altruistas ni quijotescos.
Sólo por la Biblia Políglota - seis
cumplidos y densos tomos en folio mayor con la yuxtaposición de textos- le
hubiera hecho acreedor del mérito de subir a los altares. También tuvo otros.
Su sencillez de vida. La morigeración de las costumbres y su práctica incesante
de la penitencia que le dieron ese aspecto de eclesiástico enteco austero y de
facciones demacradas con las que aparece en los retratos. Debajo de la rica seda
de los atavíos episcopales (se cuentan hasta diecisiete ornamentos que van
desde las cáligas la quiroteca escarlata con labores de hilo de oro el anillo y
el pectoral de diamantes) llevaba el habito de estameña y el cordón de San
Francisco. En su palacio de toledo había un lecho de maderas preciosas con
dosel de blondas y reposteros de seda con repujados de oro pero él no dormía
ahí. Se echaba en un jergón de paja en un tabuco adyacente de cuya pared
desnuda colgaban unas disciplinas y un cilicio y en las cuaresmas dormía en el
santo suelo. Sus ayunos ayunos hicieron época y or eso le llamaban la galga en
pieles por lo enteco y demacrado de aspecto..
Dormía sólo cuatro horas y se afeitaba de
noche para no perder el tiempo con la luz cenital. Tan singular austeridad
monástica llegó a oídos del papa. Y Aljandro VI en 1495 le envia un breve para
que suavice sus penitencias y viva con forme al decoro y los fastos de un
príncipe de la Iglesia. Le obedeció pero debajo de la púrpura llevaba siempre
el escapulario franciscano de tela áspera.
Siendo canónigo en Sigüenza estudió la
Judiciaria pero abominaba de que le echaran las cartas y esto no tiene nada
particular cuando precisamente hasta los mismos papas consultaban oráculos y
tenían su propio astrólogo. Señalan algunos biógrafos que el espíritu de la
profecía no le abandonó en sus días. Adelantó el día, la hora y la fecha de su
muerte y predijo el estallido de la guerra de las Comunidades. Padeció
persecuciones y calumnias por amor a la justicia.
El iracundo y temperamental arzobispo Carrillo
primado de Toledo lo tuvo entre rejas seis años por haber antepuesto la
potestad papal a la autoridad del metropolitano a causa de una sinecura o
nombramiento parroquial lo que a este eclesiástico que era soberbio y un producto
típico de la mentalidad episcopal del renacimiento le sacó de sus casillas.
Estos trabajos los soportó con longanimidad y buen talante. era manso nunca
iracundo pero tenaz.
Un hermano suyo Bernardino también
canonigo seguntino y al que protegió de por vida quiso asesinarlo ahogando a
monseñor con una almohada. Del cainismo hispano por lo que parece no se
libraban las curias ni los conventos. Tampoco entonces pero en lugar de
enviarlo a galeras o dejar que se pudriera en una mazmorra de la cárcel de
Orense donde se enchironaba a los tonsurados que hubieran cometido crimenes le
asignó una annata de ochocientos ducados. También fue casto a la manera del
Povrello de asis “mi padre san Franciso” decía y no se le conocieron escándalos
ni bastardos en contra de la norma habitual de aquel tiempo. Su predecesor en
la prelacía primada de Toledo Mendoza, el cardenal de España y también el
tercer rey de España le llamaban tuvo hasta diecisiete y un dia se los presentó
a la reina que por todo comentario repuso “Ya veo ya los bellos pecados del
cardenal”. Incluso ordenó labrar un sepulcro para unno de sus hijos naturales
cerca del altar mayor. Cisneros cuando le sucedió lo mandó colocar en un lugar
oculto pero perdonando siempre los “pecadillos” del arzobispo que había sido su
mentor cuando entró a formar parte del cabildo catedral de Sigüenza. Este
perdón es un indicio de que el para nosotros “santo” arzobispo regente de que
practicó las virtudes teologales en grado heroico el principal prerrequisito de
un candidato a los altares..
Luego está el hecho de que en la persona
del Cardenal convergen algunos relatos proféticos. El fraile que salía con él a
pedir por los campos de la alcarria una noche tuvo un sueño en el que vio cómo
su pobre y hambriento compañero sería elevado a la Silla de Toledo o una mujer
que se le apareció en Gibraltar cuando estaba a punto de embarcar hacia
Berbería para predicar la buena nueva a los musulmanes disuadiendole de su
decisión al tiempo que le anunciaba “Convertirás a los infieles de otra manera.
Entrarás con la cruz triunfal en la tierra de Agustín y romperás cadenas y grilletes libertarás cautivos”.
Efectivamente en 1509 caían los muros de
la ciudad de Orán bastión del turco y los postigos de aquella ciudad se abrían
en un “attolite portes principes capita vestra” de caracter milagroso - los
agarenos por lo general y desde la reconquiste española en sus guerras con los
cristianos siempre han llevado las de ganar- mientras una escolta de clérigos
del acompañamiento del cardenal entonaba ese gran himno de nuestra de que es el
Vexila Regis prodeunt (adelante los estandartes de Rey). Dirán que no es
bueno que un obispo se cale la celada y se vaya a combatir a la morisma. Sin
embargo, aquel buen fraile había leido mucho la Biblia y se había empeado con
las campañas bélicas que hicieron contra los enemigos de Israel Josué o el
Santo Rey David. Además heredaba la tradición, estricta para la mentalidad de
la época, de los obispos prevenidos en frontera. Sus antecesores en la sede
primada fueron nada menos que un carrillo, un Gil de Albornoz o el obispo don
Jernome del Cid de las Victorias. Fueron tiempos en que había que blandir la
espada siguiendo el consejo paulino Vita militia est. Y en verdad la
vida es batalla. Además no hubo papas más belicosos y guerreros que casi todos
los de la Edad Media y del Renacimiento.
Sus
panegiristas consideran al Cardenal un benefactor de la humanidad. Fue recio en
la lucha pero magnánimo en el perdón con los vencidos. Al rescatar el misal
mozárabe que wse había utilizado en las iglesias españoles supedidatas al
califato quiere creo yo tener un gesto de reconciliación con los musulmanes a
los que invita a abrazar el catolicismo empleando prácticas, abluciones y rezos
que están más proximos a la mentalidad coránica. Los cristianos de esa norma no
sólo pagaban pechas al cadí sino que incluían el nombre del sultán en sus
letanías pidiendo para él la gracia de Dios, la paz y la concordia junto con la
bendición de los frutos de la tierra. Y gracias a él se conserva el rito
visigótico en la catedral de Toledo en una capilla a la que están afectos
quince beneficiados.
Duarante el Califato se oficiaban misas
en seis iglesias de Toledo y otras tantas en
Córdoba. Los templos quedaron cerrados con las persecuciones de los
almorávides pero la mozarabía seguía bautizando a sus hijos y enterrando a sus
muertos de ocultis conforme a los rituales visigóticos. El cardenal regente los
saca del olvido como un símbolo de la supervivencia de la Iglesia en medio de
tiempos extremos pues creía firmemente que fuera de ella no había salvación y
se compadecía de los “pobrecitos” que no conocían a Jesus. Esta tolerancia y
magnanimidad la pone en práctica desde su puesto de Inquisidor General. Durante
su mandato no hubo quemaderos a diferencia de lo que ocurre bajo su predecesor
Torquemada que era de origen converso por cierto y a Antonio de Nebrija al que
formaron proceso inquisitorial por su libro Lebrija le nombra su asesor
en lengua latina y hebrea y le nombre catedrático de castellano en la
universidad de Alcalá. Su condición de marrano no fue óbice. Ahí lo tenemos: un
judío que abre con su llave maestra los tesoros de la lengua castellana.
Todo este cúmulo de pruebas le conceden
un aval más que suficiente para que su causa de beatificación sea incoada pero
ya digo tales iniciativas chocan de frente con las maquinaciones vaticanistas
de un lobby poderosísimo, el que promocionó la causa de Escrivá de Balaguer por
la vía expeditiva y anda en los mismos pasos con la de Wojtyla [¿se podrá
reemplazar la teología de la Crucifixión por la del Holocausto? Yo me pregunto.
La cosa tiene su intríngulis y en la elevación de los tales a los altares, el
uno un heroe nacional polaco pero que con su empoecinamiento en abatir el Muro
brindó la piqueta a los enemigos de la fe para que destruyeran a una Europa
cristiana y milenaria, sigo pensando humildemente a la vista de los resultados
que se equivocó. Y el otro un prelado muy discutido en la propia España. La
cosa tiene su miga] , el que se ha opuesto con ahínco al de la causa de la
Reina de Castilla y el que profanó la sepultara en san juan de Letrán de Paulo
iV. Quizás no haya peor cuña que la misma madera. Pero en fin dejemoslo todo en
manos del Señor.
Hombre de estado y la energía andando
embutida en una piel tan correosa y tan frágil quiso hacer la reforma monástica
adelántandose a los protestantes que la precaria situación del clero regular
estaba pidiendo a gritos. Guerras, pestes y la emigración a Indias que
comenzaba eran elementos determinantes de que la vioda religiosa atrajera a los
más indiseables y a los más iluminados que no buscaban el camino de perfección
sino la sopa boba y los garbanzos asegurados motivo de escándalo porque había
cenobios convertidos en lupanares y picaderos donde los frailes y los señoritos
del lugar se corrían las grandes juergas. Las disputas entre conventuales y
observantes franciscanos le trajo por la calle de la amargura y fue la causa de
las muchas calumnias que contra su persona de condición recta magnánimo pero
autoritario se fraguaron. A los canónigos de Toledo que no querían coro ni estar
encerrados trató de meter en vereda. Todo el cabildo acostumbrado al relajo al
absentismo y al nepotismo de sus predecesores se puso en pie de guerra contra
Cisneros. Al obispo de Zamora que alzó pendones contra él amenazó con arrasarle
la catedral arrasar la ciudad y sembrar ala “bien cercada” de sal. Se
rindieron. Luego, indulgente, perdonaba a los infractores y echaba en el olvido
las injurias y afrentas personales pero de primeras era un disciplinario
austero incoercible. Justo el prelado que la indómita iglesia hispana en
aquellos tiempos de cambio necesitaba.
Talavera era un buen monje jerónimo
con fama de santo decía y cuanta verdad es “la fe de los cristianos y las
obras de los moros”; llegaba el tiempo de las grandes contiendas religiosas y
ese pensamiento fue la chispa que encendería la hoguera luterana años más
tarde con la teología de la justificación por las obras. Y de política
entendía muy poco y donde fracasó él en la pacificación de la Alpujarra pues
en sus gustos y costumbres hasta puede que el arzobispo de Granada se
aljamiara un poquillo; Cisneros que era un galgo corredor para el gobierno de
los estados y no un softy (compadece al pecador y fustiga siempre su
pecado era su norma) a partir del conocimiento que tenía de los hombres decía
que nuestra religión es letra pero no letra muerta y hay que asesorarse e
instruirse especular. Por eso fundó la Complutense y se puso al frente del
proyecto de versión de la Políglota. De modo que su estatura dentro de la
Iglesia Católica resulta de una talla prócer y nadie se explica cómo es que
no ha subido a los altares este fraile mendicante que fue tan limosnero y al
que la mitra no se le subió a la cabeza. Utilizaba el poder al servicio de la
causa de la justicia y del buen gobierno nunca por el medro propio ni el
personal interés.
Su causa lleva incoada desde siglos
atrás - y una idea que brindamos al actual sucesor de Pedro Benidicto XVI
proximo a venir a españa- pero ha encontrado una sorda oposición en un
pasillo vaticano que todos sabemos quienes son pero que fue el mismo que
profanó la tumba de Paulo IV el papa Caraffa con inscripciones groseras y ha
dado carpetazo al proceso de beatificación de Isabel I de Castilla .
Fray Pedro Quitanilla OFM encauzó las
oportunas diligencias para abrir la causa de canonización tras su muerte en
Roa el 8 de noviembre de 1517 a los 82 años en olor de santidad. Todo el
pueblo lo aclamaba como santo y pasaba sobre su catafalco tratando de obtener
alguna reliquia. Durante el reinado de Felipe IV en 1655 dio instrucciones a
su embajador ante la santa sede para que moviera el asunto y escribió varias
cartas al papa pontificante Inocencio X. Buenas palabras pero sin resultado.
Alguien movía los hilos cortocircuitando las propuestas. En la actualidad
sigue aparcada. Lo mismo que la de Isabel. Se han obtenido pruebas inconcusa
de práctica de la virtud en grado heroíco por sendos augustos personajes del
plateresco hispana y hasta algún milagro se ha conseguido por su intercesión
pero alguien se opone ¿Por qué? Pues que lo explique Paloma Gómez Borrero
Ambos personajes para nuestra desgracia han
sido el eje central de la hispanofobia. Todo un fenómeno histórico. Odio
satánico a la manera de ser y a la concepción del mundo de los españoles
auténticos paladines de la defensa de la religión católica. De poco nos ha
servido. Con la iglesia hemos topado Sancho. Les sigue un poco más detrás
Cristóbal Colón cuyo centenario celebramos lo mismo que el acceso de Fray
Francisco a la Regencia del Trono en virtud de la Concordia de Salamanca en
1506 un hecho que no se celebró en Salamanca sino en un humilladero del
pueblo de Villafáfila cerca de las charcas y camino de Puebla de Sanabria.
. Interlocutores de este conciliabulo
Fernando de Aragón, Felipe de Austria y el arzobispo de Toledo. Don Fernando,
que era muy voluble e inconstante como buen político, engañó a su yerno y
puede que de aquel conclave surgiera la decisión de acabar con el petulante
flamenco. El joven moriría dicen que envenenado al cabo de aquel verano. La
reunión tuvo lugar en junio y el principe fallece a últimos de septiembtre ;
Colón en noviembre. Pero hay también
una boda. La de Germana de Foix un princesa gala de 18 años con el viuda de
Isabel de Castilla. Fernando tenía 54 años y no andaba ya muy bien de las
cañerías por lo que el matrimonio no tuvo descendencia y hasta hay duda de
que llegase a consumarse. El Rey busca el asesoramiento de curanderas y pide
yerbas. Se le había acabado la munición después de los cinco hijos legítimos
y otros tantos naturales a los que dejó bien colocados. A uno en la Silla
arzobispal de Zaragoza a las restantes monjitas de Santa Clara en Madrigal.
Por entonces los frailes sobre todo
los franciscanos predicaban cosas horrendas contra los alemanes. Se está
gestando la revuelta de los comuneros que tiene un caracter religioso. El
libro de referencia de toda esta parenética el Apocalipsis. Porque también a
principios del quinientos creía la gente que se iba a acabar el mundo. No se
acabó. Lo que vino fue el siglo del amor que es como conocen los
historiadores al XVI. Bien tiempo de apocalipsis. La b de Tpony Blair y la de
Bush de la que uno de esos terroristas de la web en tono de amenaza dice que
da mala suerte. Pero tengo que
escribir de eso. Contar cómo una gorda en la playa se la estalla el bañador y
cae redonda sobre la arena y tienen que venir los bnomberos a tapar el
agujero con una leyenda que dice quam terribilis est locus iste (que
terrible es este lugar) no me apetece. Tiempo de cambio. Apocalipsis a todo
meter.
El origen de esta caústica narración
atribuida al Discipulo Amado autoría que los últimos escrituristas ponen en
duda es una incógnita que toda su vida tuvo con el alma en vilo a Francisco
de cisneros [Gonzalo en el siglo, y que hijo de un hidalgo pobretón y muy
probablemente de ascendencia conversa originaria de ese insignificante pueblo
de los Campos Góticos en León alcanzó la silla toledana la segunda Roma] y
fue una de las razones que le movieron a la titánica empresa de hacer
imprimir la biblia políglota cotejando los textos más antiguos de los
Evangelios, las epistolas y el viejo testamento. Ardor de intelectual
mesiánico.
Partía de una premisa que el reino de
Dios el verdadero Israel y el tiempo de la promesa se había refundido en la
idea imperial del trono español pueblo elegido como albacea del legado
veterotesmentario davídico y brazo de la ley del heredero de las apostoles
esto es el pontífice romano. Trono y altar. Salvación de los pueblos y que
todas las naciones de la tierra conocieran a Jesucristo. Ese era el sueño por
lo que los motivos que le indujeron a la acción y este fraile menor era todo
energía no podían ser más altruistas ni quijotescos.
Sólo por la Biblia Políglota - seis
cumplidos y densos tomos en folio mayor con la yuxtaposición de textos- le
hubiera hecho acreedor del mérito de subir a los altares. También tuvo otros.
Su sencillez de vida. La morigeración de las costumbres y su práctica
incesante de la penitencia que le dieron ese aspecto de eclesiástico enteco
austero y de facciones demacradas con las que aparece en los retratos. Debajo
de la rica seda de los atavíos episcopales (se cuentan hasta diecisiete
ornamentos que van desde las cáligas la quiroteca escarlata con labores de
hilo de oro el anillo y el pectoral de diamantes) llevaba el habito de
estameña y el cordón de San Francisco. En su palacio de toledo había un lecho
de maderas preciosas con dosel de blondas y reposteros de seda con repujados
de oro pero él no dormía ahí. Se echaba en un jergón de paja en un tabuco
adyacente de cuya pared desnuda colgaban unas disciplinas y un cilicio y en las
cuaresmas dormía en el santo suelo. Sus ayunos ayunos hicieron época y or eso
le llamaban la galga en pieles por lo enteco y demacrado de aspecto..
Dormía sólo cuatro horas y se afeitaba de
noche para no perder el tiempo con la luz cenital. Tan singular austeridad
monástica llegó a oídos del papa. Y Aljandro VI en 1495 le envia un breve
para que suavice sus penitencias y viva con forme al decoro y los fastos de
un príncipe de la Iglesia. Le obedeció pero debajo de la púrpura llevaba
siempre el escapulario franciscano de tela áspera.
Siendo canónigo en Sigüenza estudió la
Judiciaria pero abominaba de que le echaran las cartas y esto no tiene nada
particular cuando precisamente hasta los mismos papas consultaban oráculos y
tenían su propio astrólogo. Señalan algunos biógrafos que el espíritu de la
profecía no le abandonó en sus días. Adelantó el día, la hora y la fecha de
su muerte y predijo el estallido de la guerra de las Comunidades. Padeció
persecuciones y calumnias por amor a la justicia.
El iracundo y temperamental arzobispo
Carrillo primado de Toledo lo tuvo entre rejas seis años por haber antepuesto
la potestad papal a la autoridad del metropolitano a causa de una sinecura o
nombramiento parroquial lo que a este eclesiástico que era soberbio y un producto
típico de la mentalidad episcopal del renacimiento le sacó de sus casillas.
Estos trabajos los soportó con longanimidad y buen talante. era manso nunca
iracundo pero tenaz.
Un hermano suyo Bernardino también
canonigo seguntino y al que protegió de por vida quiso asesinarlo ahogando a
monseñor con una almohada. Del cainismo hispano por lo que parece no se
libraban las curias ni los conventos. Tampoco entonces pero en lugar de
enviarlo a galeras o dejar que se pudriera en una mazmorra de la cárcel de
Orense donde se enchironaba a los tonsurados que hubieran cometido crimenes
le asignó una annata de ochocientos ducados. También fue casto a la manera
del Povrello de asis “mi padre san Franciso” decía y no se le conocieron
escándalos ni bastardos en contra de la norma habitual de aquel tiempo. Su
predecesor en la prelacía primada de Toledo Mendoza, el cardenal de España y
también el tercer rey de España le llamaban tuvo hasta diecisiete y un dia se
los presentó a la reina que por todo comentario repuso “Ya veo ya los bellos
pecados del cardenal”. Incluso ordenó labrar un sepulcro para unno de sus
hijos naturales cerca del altar mayor. Cisneros cuando le sucedió lo mandó
colocar en un lugar oculto pero perdonando siempre los “pecadillos” del
arzobispo que había sido su mentor cuando entró a formar parte del cabildo
catedral de Sigüenza. Este perdón es un indicio de que el para nosotros
“santo” arzobispo regente de que practicó las virtudes teologales en grado
heroico el principal prerrequisito de un candidato a los altares..
Luego está el hecho de que en la
persona del Cardenal convergen algunos relatos proféticos. El fraile que
salía con él a pedir por los campos de la alcarria una noche tuvo un sueño en
el que vio cómo su pobre y hambriento compañero sería elevado a la Silla de
Toledo o una mujer que se le apareció en Gibraltar cuando estaba a punto de
embarcar hacia Berbería para predicar la buena nueva a los musulmanes
disuadiendole de su decisión al tiempo que le anunciaba “Convertirás a los
infieles de otra manera. Entrarás con la cruz triunfal en la tierra de
Agustín y romperás cadenas y grilletes
libertarás cautivos”.
Efectivamente en 1509 caían los muros
de la ciudad de Orán bastión del turco y los postigos de aquella ciudad se
abrían en un “attolite portes principes capita vestra” de caracter milagroso
- los agarenos por lo general y desde la reconquiste española en sus guerras
con los cristianos siempre han llevado las de ganar- mientras una escolta de
clérigos del acompañamiento del cardenal entonaba ese gran himno de nuestra
de que es el Vexila Regis prodeunt (adelante los estandartes de Rey).
Dirán que no es bueno que un obispo se cale la celada y se vaya a combatir a
la morisma. Sin embargo, aquel buen fraile había leido mucho la Biblia y se había
empeado con las campañas bélicas que hicieron contra los enemigos de Israel
Josué o el Santo Rey David. Además heredaba la tradición, estricta para la
mentalidad de la época, de los obispos prevenidos en frontera. Sus
antecesores en la sede primada fueron nada menos que un carrillo, un Gil de
Albornoz o el obispo don Jernome del Cid de las Victorias. Fueron tiempos en
que había que blandir la espada siguiendo el consejo paulino Vita militia
est. Y en verdad la vida es batalla. Además no hubo papas más belicosos y
guerreros que casi todos los de la Edad Media y del Renacimiento.
Sus panegiristas consideran al Cardenal un benefactor de la humanidad.
Fue recio en la lucha pero magnánimo en el perdón con los vencidos. Al
rescatar el misal mozárabe que wse había utilizado en las iglesias españoles
supedidatas al califato quiere creo yo tener un gesto de reconciliación con
los musulmanes a los que invita a abrazar el catolicismo empleando prácticas,
abluciones y rezos que están más proximos a la mentalidad coránica. Los
cristianos de esa norma no sólo pagaban pechas al cadí sino que incluían el
nombre del sultán en sus letanías pidiendo para él la gracia de Dios, la paz
y la concordia junto con la bendición de los frutos de la tierra. Y gracias a
él se conserva el rito visigótico en la catedral de Toledo en una capilla a
la que están afectos quince beneficiados.
Duarante el Califato se oficiaban
misas en seis iglesias de Toledo y otras tantas en Córdoba. Los templos quedaron cerrados con
las persecuciones de los almorávides pero la mozarabía seguía bautizando a
sus hijos y enterrando a sus muertos de ocultis conforme a los rituales
visigóticos. El cardenal regente los saca del olvido como un símbolo de la
supervivencia de la Iglesia en medio de tiempos extremos pues creía
firmemente que fuera de ella no había salvación y se compadecía de los
“pobrecitos” que no conocían a Jesus. Esta tolerancia y magnanimidad la pone
en práctica desde su puesto de Inquisidor General. Durante su mandato no hubo
quemaderos a diferencia de lo que ocurre bajo su predecesor Torquemada que
era de origen converso por cierto y a Antonio de Nebrija al que formaron
proceso inquisitorial por su libro Lebrija le nombra su asesor en
lengua latina y hebrea y le nombre catedrático de castellano en la
universidad de Alcalá. Su condición de marrano no fue óbice. Ahí lo tenemos:
un judío que abre con su llave maestra los tesoros de la lengua castellana.
Todo este cúmulo de pruebas le
conceden un aval más que suficiente para que su causa de beatificación sea
incoada pero ya digo tales iniciativas chocan de frente con las maquinaciones
vaticanistas de un lobby poderosísimo, el que promocionó la causa de Escrivá
de Balaguer por la vía expeditiva y anda en los mismos pasos con la de
Wojtyla [¿se podrá reemplazar la teología de la Crucifixión por la del
Holocausto? Yo me pregunto. La cosa tiene su intríngulis y en la elevación de
los tales a los altares, el uno un heroe nacional polaco pero que con su
empoecinamiento en abatir el Muro brindó la piqueta a los enemigos de la fe
para que destruyeran a una Europa cristiana y milenaria, sigo pensando
humildemente a la vista de los resultados que se equivocó. Y el otro un
prelado muy discutido en la propia España. La cosa tiene su miga] , el que se
ha opuesto con ahínco al de la causa de la Reina de Castilla y el que profanó
la sepultara en san juan de Letrán de Paulo iV. Quizás no haya peor cuña que
la misma madera. Pero en fin dejemoslo todo en manos del Señor.
Hombre de estado y la energía andando
embutida en una piel tan correosa y tan frágil quiso hacer la reforma
monástica adelántandose a los protestantes que la precaria situación del
clero regular estaba pidiendo a gritos. Guerras, pestes y la emigración a
Indias que comenzaba eran elementos determinantes de que la vioda religiosa
atrajera a los más indiseables y a los más iluminados que no buscaban el
camino de perfección sino la sopa boba y los garbanzos asegurados motivo de
escándalo porque había cenobios convertidos en lupanares y picaderos donde
los frailes y los señoritos del lugar se corrían las grandes juergas. Las
disputas entre conventuales y observantes franciscanos le trajo por la calle
de la amargura y fue la causa de las muchas calumnias que contra su persona
de condición recta magnánimo pero autoritario se fraguaron. A los canónigos
de Toledo que no querían coro ni estar encerrados trató de meter en vereda.
Todo el cabildo acostumbrado al relajo al absentismo y al nepotismo de sus
predecesores se puso en pie de guerra contra Cisneros. Al obispo de Zamora
que alzó pendones contra él amenazó con arrasarle la catedral arrasar la
ciudad y sembrar ala “bien cercada” de sal. Se rindieron. Luego, indulgente,
perdonaba a los infractores y echaba en el olvido las injurias y afrentas
personales pero de primeras era un disciplinario austero incoercible. Justo
el prelado que la indómita iglesia hispana en aquellos tiempos de cambio
necesitaba.
También le llamaron el “obispo
edificante” porque tenía esa sed insaciable de reforma indulgencia y
beneficiencia para sus semejantes que algunos denominan “faraonismo” (creo
que Gallardón cojea del mismo pie) y para los romanos era meramente
“cupiditas aedificandi” una manía por construir como otra cualquiera pero que
gracias a ellas Castilla se inundó de templos y colegiatas de buena labra,
colegios y hospitales y otras muichas obras pías. Y de universidades.
Concebía el ejercicio del mando como un servicio público y a este propósito
no le animaba la filantropía o el deseo de perpetuar su nombre el amor a la
Iglesia de Jesucristo y el amor a españa..
Talavera era un buen monje jerónimo con
fama de santo decía y cuanta verdad es “la fe de los cristianos y las obras de
los moros”; llegaba el tiempo de las grandes contiendas religiosas y ese
pensamiento fue la chispa que encendería la hoguera luterana años más tarde con
la teología de la justificación por las obras. Y de política entendía muy poco
y donde fracasó él en la pacificación de la Alpujarra pues en sus gustos y
costumbres hasta puede que el arzobispo de Granada se aljamiara un poquillo;
Cisneros que era un galgo corredor para el gobierno de los estados y no un softy
(compadece al pecador y fustiga siempre su pecado era su norma) a partir del
conocimiento que tenía de los hombres decía que nuestra religión es letra pero
no letra muerta y hay que asesorarse e instruirse especular. Por eso fundó la
Complutense y se puso al frente del proyecto de versión de la Políglota. De
modo que su estatura dentro de la Iglesia Católica resulta de una talla prócer
y nadie se explica cómo es que no ha subido a los altares este fraile
mendicante que fue tan limosnero y al que la mitra no se le subió a la cabeza.
Utilizaba el poder al servicio de la causa de la justicia y del buen gobierno
nunca por el medro propio ni el personal interés.
Su causa lleva incoada desde siglos
atrás - y una idea que brindamos al actual sucesor de Pedro Benidicto XVI
proximo a venir a españa- pero ha encontrado una sorda oposición en un pasillo
vaticano que todos sabemos quienes son pero que fue el mismo que profanó la
tumba de Paulo IV el papa Caraffa con inscripciones groseras y ha dado
carpetazo al proceso de beatificación de Isabel I de Castilla .
Fray Pedro Quitanilla OFM encauzó las
oportunas diligencias para abrir la causa de canonización tras su muerte en Roa
el 8 de noviembre de 1517 a los 82 años en olor de santidad. Todo el pueblo lo
aclamaba como santo y pasaba sobre su catafalco tratando de obtener alguna
reliquia. Durante el reinado de Felipe IV en 1655 dio instrucciones a su
embajador ante la santa sede para que moviera el asunto y escribió varias
cartas al papa pontificante Inocencio X. Buenas palabras pero sin resultado.
Alguien movía los hilos cortocircuitando las propuestas. En la actualidad sigue
aparcada. Lo mismo que la de Isabel. Se han obtenido pruebas inconcusa de práctica
de la virtud en grado heroíco por sendos augustos personajes del plateresco
hispana y hasta algún milagro se ha conseguido por su intercesión pero alguien
se opone ¿Por qué? Pues que lo explique Paloma Gómez Borrero
Sus panegiristas consideran al Cardenal
un benefactor de la humanidad. Fue recio en la lucha pero magnánimo en el
perdón con los vencidos. Al rescatar el misal mozárabe que wse había utilizado
en las iglesias españoles supedidatas al califato quiere creo yo tener un gesto
de reconciliación con los musulmanes a los que invita a abrazar el catolicismo
empleando prácticas, abluciones y rezos que están más proximos a la mentalidad
coránica. Los cristianos de esa norma no sólo pagaban pechas al cadí sino que incluían
el nombre del sultán en sus letanías pidiendo para él la gracia de Dios, la paz
y la concordia junto con la bendición de los frutos de la tierra. Y gracias a
él se conserva el rito visigótico en la catedral de Toledo en una capilla a la
que están afectos quince beneficiados.
Duarante el Califato se oficiaban misas
en seis iglesias de Toledo y otras tantas en
Córdoba. Los templos quedaron cerrados con las persecuciones de los
almorávides pero la mozarabía seguía bautizando a sus hijos y enterrando a sus
muertos de ocultis conforme a los rituales visigóticos. El cardenal regente los
saca del olvido como un símbolo de la supervivencia de la Iglesia en medio de
tiempos extremos pues creía firmemente que fuera de ella no había salvación y
se compadecía de los “pobrecitos” que no conocían a Jesus. Esta tolerancia y
magnanimidad la pone en práctica desde su puesto de Inquisidor General. Durante
su mandato no hubo quemaderos a diferencia de lo que ocurre bajo su predecesor
Torquemada que era de origen converso por cierto y a Antonio de Nebrija al que
formaron proceso inquisitorial por su libro Lebrija le nombra su asesor
en lengua latina y hebrea y le nombre catedrático de castellano en la
universidad de Alcalá. Su condición de marrano no fue óbice. Ahí lo tenemos: un
judío que abre con su llave maestra los tesoros de la lengua castellana.
Todo este cúmulo de pruebas le conceden
un aval más que suficiente para que su causa de beatificación sea incoada pero
ya digo tales iniciativas chocan de frente con las maquinaciones vaticanistas
de un lobby poderosísimo, el que promocionó la causa de Escrivá de Balaguer por
la vía expeditiva y anda en los mismos pasos con la de Wojtyla [¿se podrá
reemplazar la teología de la Crucifixión por la del Holocausto? Yo me pregunto.
La cosa tiene su intríngulis y en la elevación de los tales a los altares, el
uno un heroe nacional polaco pero que con su empoecinamiento en abatir el Muro
brindó la piqueta a los enemigos de la fe para que destruyeran a una Europa
cristiana y milenaria, sigo pensando humildemente a la vista de los resultados
que se equivocó. Y el otro un prelado muy discutido en la propia España. La
cosa tiene su miga] , el que se ha opuesto con ahínco al de la causa de la
Reina de Castilla y el que profanó la sepultara en san juan de Letrán de Paulo
iV. Quizás no haya peor cuña que la misma madera. Pero en fin dejemoslo todo en
manos del Señor.
Hombre de estado y la energía andando
embutida en una piel tan correosa y tan frágil quiso hacer la reforma monástica
adelántandose a los protestantes que la precaria situación del clero regular
estaba pidiendo a gritos. Guerras, pestes y la emigración a Indias que
comenzaba eran elementos determinantes de que la vioda religiosa atrajera a los
más indiseables y a los más iluminados que no buscaban el camino de perfección
sino la sopa boba y los garbanzos asegurados motivo de escándalo porque había
cenobios convertidos en lupanares y picaderos donde los frailes y los señoritos
del lugar se corrían las grandes juergas. Las disputas entre conventuales y
observantes franciscanos le trajo por la calle de la amargura y fue la causa de
las muchas calumnias que contra su persona de condición recta magnánimo pero
autoritario se fraguaron. A los canónigos de Toledo que no querían coro ni estar
encerrados trató de meter en vereda. Todo el cabildo acostumbrado al relajo al
absentismo y al nepotismo de sus predecesores se puso en pie de guerra contra
Cisneros. Al obispo de Zamora que alzó pendones contra él amenazó con arrasarle
la catedral arrasar la ciudad y sembrar ala “bien cercada” de sal. Se
rindieron. Luego, indulgente, perdonaba a los infractores y echaba en el olvido
las injurias y afrentas personales pero de primeras era un disciplinario
austero incoercible. Justo el prelado que la indómita iglesia hispana en
aquellos tiempos de cambio necesitaba.
También le llamaron el “obispo
edificante” porque tenía esa sed insaciable de reforma indulgencia y
beneficiencia para sus semejantes que algunos denominan “faraonismo” (creo que
Gallardón cojea del mismo pie) y para los romanos era meramente “cupiditas
aedificandi” una manía por construir como otra cualquiera pero que gracias a
ellas Castilla se inundó de templos y colegiatas de buena labra, colegios y
hospitales y otras muichas obras pías. Y de universidades. Concebía el
ejercicio del mando como un servicio público y a este propósito no le animaba
la filantropía o el deseo de perpetuar su nombre el amor a la Iglesia de
Jesucristo y el amor a españa..
LUCHA CONTRA EL TERROSIMO Y LA PIRATERÍA
islámica
Es por ello que no vacila en trocar el
pileo cardenalicio por el casco de soldados y ya anciano y mermado levantar
gente y prevenir una escuadra contra el Sultán (Marruecos, siempre Marruecos) y
embarcarse en una aventura militar que permitió a los cristianos la conquista
de Orán con suerte alterna puesto que si bien redimió muchos cautivos con la
toma de aquella plaza luego su hueste cayó en una celada agarena en la isla de
Gelbes.cuatro de mil de sus hueste pereció de hambre y de sed. Su visión de las
cosas era la de un estadista moderno que tuvo que verselas al principio de la edad moderno con ese
fenomeno tan contemporáneo que se da en llamar terrorismo fundamentalista.
Y terrorista fundamentalista era
Barbarroja quien en sus incusrsiones contra el Levante español con sus lanchas
y cayucos sembraba el terror de sus habitantes. Éste que perdió un brazo en la
toma de Orán juró odio eterno contra el Cardenal Regente. el famoso pirata del
turbante cuya mera mención nos aterrorizaba ya desde niños era un español de
pro converso a la fe del Profeta y que había nacido a unos pasos del lugar
donde yo escribo esta semblanza en Villafranca del Castillo dentro de los muros
de esa fortaleza que fue escenario de una de las peores batallas de nuestra guerra civil Brunete y donde un
tabor de regulares se hizo fuerte contra los infantes de Líster y los
internacionales. Cuando paso por allí y contemplo los matacanes y almenas de la
fortaleza me hago cargo de una realidad: los moros son valientes y aguerridos.
Barbarroja bautizado con el nombre de Rodrigo dio en llamarse Horuc de Mitilene
cuando se pasó al Turco.
Cisneros fue ek primero en darse cuenta
de que la pugna contra los profesos de Mahoma será una lucha apocalíptica hasta
el fin de los tiempos pero no le animaba en esta dura brega ningún afan de
revancha o enemiga personal sino su fe ferviente y la creencia de que el islam
es una secta pero era magnanimo en sus conquistas y victorias contra los moros.
Nunca arrasaba sus campos y perdonaba a la población instandoles a bautizarse y
en todo caso si este extremo no era hacedero permitiendoles el uso de sus ritos
y la practica de la religión en la clandestinidad. No sabemos si se equivocó en
la idea de que el cristianismo tiene prelación sobre las otras dos religiones
monoteistas pero a ese afán dedicó todo el cúmulo de sus energías. Lo creía sin
dubitaciones y anhelaba ver a todos los pueblos de la tierra unidos bajo el
estandarte de la cruz. He ahí otro considerando que debiera ser un tanto en su
haber para promocionar su canonización.
Ciertamente no tratamos de enhebrar en
estos puntos el arquitrabe de una hagiografía. En su biografía, qué duda cabe,
hubo miserias que eran la de los egoísmos y apetencias humanas pero nuestro
buen fraile pasó sobre ellas como de puntillas y sin contaminarse del barro al
pisar el lodazal. A Germana de Foix les privó de sus villas de Santa María de
Nieva, Olmedo y Madrigal y le deja sólo en posesión de la de arévalo en razón
de sus dispendios. Se gastaba todas las rentas
que le legó Fernando el Católica en bailes saraos y banquietes y por eso
la llamaban la pinguis et bona pota. Debió de empinar bien
el codo la francesa y sus amoríos en Arévalo hicieron época. Despues de
fallecer Fernando vuelve a contraer nupcias con el duque de Brandenburgo y más
tarde con el de Calabria. Tal disipación al buen fraile no le pareció bien.
Soportó con longanimidad los despechos y menoscabos del señor al que servía. El
Rey Católico tuvo celos de él y su nieto Carlos en manos de sus validos
flamencos le trata con despecho. Todo lo soportó la “galga en pieles” el hombre
más calumniado de Castilla. Los oprobios u cainismos no le abandonaron hasta la
misma hora de la muerte acelerada por una carta injuriosa y desconsdierada del
emperador Carlos V pero él la recibe con entereza murmurando el salmo Domine
in te speravi.
LUCHA CONTRA EL TERROSIMO Y LA
PIRATERÍA islámica
Es por ello que no vacila en trocar el
pileo cardenalicio por el casco de soldados y ya anciano y mermado levantar
gente y prevenir una escuadra contra el Sultán (Marruecos, siempre Marruecos)
y embarcarse en una aventura militar que permitió a los cristianos la
conquista de Orán con suerte alterna puesto que si bien redimió muchos
cautivos con la toma de aquella plaza luego su hueste cayó en una celada
agarena en la isla de Gelbes.cuatro de mil de sus hueste pereció de hambre y
de sed. Su visión de las cosas era la de un estadista moderno que tuvo que
verselas al principio de la edad
moderno con ese fenomeno tan contemporáneo que se da en llamar terrorismo
fundamentalista.
Y terrorista fundamentalista era
Barbarroja quien en sus incusrsiones contra el Levante español con sus
lanchas y cayucos sembraba el terror de sus habitantes. Éste que perdió un
brazo en la toma de Orán juró odio eterno contra el Cardenal Regente. el
famoso pirata del turbante cuya mera mención nos aterrorizaba ya desde niños
era un español de pro converso a la fe del Profeta y que había nacido a unos
pasos del lugar donde yo escribo esta semblanza en Villafranca del Castillo
dentro de los muros de esa fortaleza que fue escenario de una de las peores
batallas de nuestra guerra civil
Brunete y donde un tabor de regulares se hizo fuerte contra los infantes de
Líster y los internacionales. Cuando paso por allí y contemplo los matacanes
y almenas de la fortaleza me hago cargo de una realidad: los moros son
valientes y aguerridos. Barbarroja bautizado con el nombre de Rodrigo dio en
llamarse Horuc de Mitilene cuando se pasó al Turco.
Cisneros fue ek primero en darse
cuenta de que la pugna contra los profesos de Mahoma será una lucha
apocalíptica hasta el fin de los tiempos pero no le animaba en esta dura
brega ningún afan de revancha o enemiga personal sino su fe ferviente y la
creencia de que el islam es una secta pero era magnanimo en sus conquistas y
victorias contra los moros. Nunca arrasaba sus campos y perdonaba a la población
instandoles a bautizarse y en todo caso si este extremo no era hacedero
permitiendoles el uso de sus ritos y la practica de la religión en la
clandestinidad. No sabemos si se equivocó en la idea de que el cristianismo
tiene prelación sobre las otras dos religiones monoteistas pero a ese afán
dedicó todo el cúmulo de sus energías. Lo creía sin dubitaciones y anhelaba
ver a todos los pueblos de la tierra unidos bajo el estandarte de la cruz. He
ahí otro considerando que debiera ser un tanto en su haber para promocionar
su canonización.
Ciertamente no tratamos de enhebrar en
estos puntos el arquitrabe de una hagiografía. En su biografía, qué duda
cabe, hubo miserias que eran la de los egoísmos y apetencias humanas pero
nuestro buen fraile pasó sobre ellas como de puntillas y sin contaminarse del
barro al pisar el lodazal. A Germana de Foix les privó de sus villas de Santa
María de Nieva, Olmedo y Madrigal y le deja sólo en posesión de la de arévalo
en razón de sus dispendios. Se gastaba todas las rentas que le legó Fernando el Católica en bailes
saraos y banquietes y por eso la llamaban la pinguis et bona
pota. Debió de empinar bien el codo la francesa y sus amoríos en
Arévalo hicieron época. Despues de fallecer Fernando vuelve a contraer
nupcias con el duque de Brandenburgo y más tarde con el de Calabria. Tal
disipación al buen fraile no le pareció bien. Soportó con longanimidad los
despechos y menoscabos del señor al que servía. El Rey Católico tuvo celos de
él y su nieto Carlos en manos de sus validos flamencos le trata con despecho.
Todo lo soportó la “galga en pieles” el hombre más calumniado de Castilla. Los
oprobios u cainismos no le abandonaron hasta la misma hora de la muerte
acelerada por una carta injuriosa y desconsdierada del emperador Carlos V
pero él la recibe con entereza murmurando el salmo Domine in te speravi.
ESPAÑA MI NATURA
Posted: 30 Dec 2019 09:13 AM PST
CISNEROS A LOS ALTARES Antonio Parra Clama no ceses dice el salmista y el
que tenga oídos para escuchar que esté atento nos dijo Jesucristo.¡Con la que
está cayendo! Pero el oficio de présago y agorero está en decadencia. La
historia de los acontecimientos humanos es un perpetuo cambio, una transformación
incesante. Quiero decir apocalipsis. Bella palabra griega que corresponde a
uno de los libros más difíciles de comprender y que hay que leer con tiento.
Con el apoyo de las andaderas que brindan los textos de los Santos Padres o
la hermenéutica magistral que ha caracterizado la sabiduría de la Iglesia
Católica que en este caso es legataria de la verdad. Una interpretación ad
líbitum de los oscuros versículos joánicos nos puede conducir al desastre.
Porque también los cabalistas y esa es mi convicción al cabo de más de tres
lustros de estudio y hubo un tiempo en que creí en apariciones y en
saludadoras marran el golpe. Humo de Satanás. Nadie sabrá por muchos
acrósticos y muchas carteles al revés que quiera interpretar con soltura de
prestidigitador y se devane los sesos cuando vendrá la Parusía. Por eso me gusta Francisco de Cisneros
porque fue un gigantesco guardián de la fe española en un ámbito de libertad
y de contraste de pareceres a la luz de la Revelación un venator scientiae(cazador
de sabiduría) que decían los antiguos. Un escudriñador de la Escritura desde
la custodia de la ortodoxia. Los libros sagrados necesitan estudio y vela con
el asesoramiento de las exegesis autorizadas. Sin un bagaje mínimo de
conocimientos nadie puede erigirse en heraldo de la palabra de Dios. La polémica que sostuvo con su colega y sin
embargo amigo y compañero en el confesionario de la Reina Hernando de
Talavera la ganó. Éste propiciaba la utilización de la lengua vulgar en los
oficios divinos para dárselo mascado al feligrés y Cisneros le contestaba que no que para
eso ya estaban los catecismos y que había que guardar celosamente las
tradiciones mistéricas y la parte de magia que corresponde a toda religión y
de rito. En el Golgotha por ejemplo se habló mayormente griego pues Cristo
era un judío helénico a lo que parece con un poco de latín por los soldados
de Pilatos y también hebreo. La experiencia de los acontecimientos
que son de nuestros días parecen haber dado la razón al insigne franciscano
de Torrelaguna. La lengua vulgar a veces no guarda la fe sino que la
destruye. O si no miren el desarreglo y mar de confusión en que ha
quedado la liturgia tras el Vaticano II y a las que Ratzinger quiere poner
coto. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario