2022-07-28

ISABEL II RECIBIÓ UN INTRUSO DE NOCHE UN ADMIRADOR QUE SE COLÓ EN SU HABITACION esta crónica desde Londres me salió en el más puro estilo Jlio Camba

 

 

 

PEDIR TABACO A LA REINA

 

 

Publicado en la voz de alerta y la nueva España 20 de julio 1982

 

 

 

Ese gran escritor ovetense que es CÁNDIDO al que es de recibo leer todas las mañanas en ABC  como los lectores españoles  nuestros tatarabuelo leyeron a Clarín en el Solfeo o en la Correspondencia en su día ha escrito un magnífico palique acerca del individuo que días atrás en Londres logró burlar la vigilancia de palacio y adentrarse en los aposentos de la reina. El dedicado columnista realiza un sutil encaje de bolillos imaginativo tratando de explicar el caso por chicuelinas y remoquetes bien lucidos con aditamentos de la mitología. 

Porque mitológico es el suceso. Una proeza así sólo puede ser llevada a cabo por un Palmerín o un Caballero del Lago.

 Esto parece un lance de libro de caballerías. Alguien que esté loco de remate – esto sólo puede hacerlo un inglés- es capaz de irle a pedir fuego a la reina cuando duerme en su cámara regia.

Historias así sólo pueden suceder en Londres. Esta es una dellas.

El míster en cuestión se llama Fagan. Hasta procede el apellido. Fagan de fag que en slang significa cigarrillo o tagarnina. Los pilluelos londinenses a veces se acercaban al viandante y le piden tabaco:

-     Got a fag, mate?

Y es justamente lo que le pidió el sujeto a Isabel II. La reina come y duerme sola.

El príncipe consorte utiliza otro dormitorio. Es posible que hasta la egregia persona necesitaba un poco de compañía en una calurosa noche del farragosto londinense cuando sube una niebla sofocante de las riberas del Támesis.

A la señora que tiene que tomarse pastillas para conciliar el sueño por poco la entra un soponcio al ver al intruso. Ya estaba en los brazos de Morfeo cuando zas allí aparece el bueno de Fagan.

No era el mayordomo ni el carpintero, pero actuaba con una naturalidad sorprendente y de seguro que conocía la casa.

En estas noches de julio la ciudad es un horno auque yo tuve en mis digs la estufa encendida en pleno agosto un año que hubo muchas galernas. Sin embargo, en Inglaterra las viviendas no suelen gozar de aire acondicionado.

 Ni la calefacción central. Los británicos son renuentes a estos artilugios y prefieren el fresh air por eso el sitio donde yo he pasado más frío en mi vida fue durante aquellos inviernos en el Yorkshire, madre mía qué heladas y las casas tienen paredes endebles. No están preparadas para el invierno.

No suele haber contraventanas ni persianas por lo que muchas residencias parecen escaparates. EL inglés es algo exhibicionista y hasta diríase que le gustan que le miren los pasantes cuando se encuentra en su hogar. Su casa es su castillo pero transparente. También les gusta alzar las ventanas que allí llaman francesas y cuyos batientes no son de tirar ni tienen pestillos ni fallebas, sencillamente se alzan sobre un montante y lo más probable que la reina de Inglaterra tuviera las de su alcoba abiertas para dejar pasar un poco de fresh air y por allí se coló el ladrón de la intimidad regia.

No sé lo que habrá ocurrido ahora con la nueva arquitectura de los llamados edificios inteligentes totalmente aislados del exterior pero entonces esta política de ventanas abiertas en las caldas noches veraniegas era una invitación a los cacos.

 Otro elemento: las cortinas. Suelen ser de nylon blanco y se mueven onduladas por las ráfagas de viento por lo que en muchos dormitorios donde me acosté en las Islas yo creí ver fantasmas durante las sesiones de cine de la sábana blanca.

De todas formas, a los fantasmas ingleses les suele gustar el buen tiempo. Aparecen por primavera. Por ejemplo, el monstruo del Lago Ness y las serpientes de verano.

Hay castillos que incluso tienen guías especiales para mostrar las casas con fantasma a los turistas. No son como las brujas de mi pueblo. En Puente Perin las brujas celebraban sus aquelarres por Nochebuena y las ánimas se aparecían a los viandantes a partir de la noche de san Andrés.

Lo más probable es que Fagan, el hombre invisible, el pimpinela escarlata nuevo diablo cojuelo, saltando a la pata coja por los tejados de Buckingham Palace y bajando por las chimeneas, entrara en la augusta morada a favor de la noche.

De todas suertes esta es una historia confusa llena de misterio digna de la labia de Ágata Christie. Con su plot, su alibi sus coartadas y todo.

A los lectores ingleses que tienen mucha concha y bastante recamara en las historias de intriga y de judanit se les puede contar una historia al revés. Luego el lector por su cuenta ata cabos pero aquí las cosas al parecer carecen de títere con cabeza. El fog londinense es imprescindible en esta clase de lances. El fog (niebla) de Fagan.

 No estamos ante un mundo lógico de claridades meridianas y mediterráneas sino de una visión tamizada por el proverbial haze policiaco en el que todo puede ser y no ser a la vez.

Hasta es posible que Su alteza doña Elisabeth le invitase al intruso a una taza de té. A los ingleses les gusta mirar al mundo a través de la niebla por eso son tan amantes de los fantasmas. Su lógica no es nuestra lógica. Hasta hace poco medían la distancia en yardas y en pulgadas y el sistema métrico decimal no se implantó hasta el primero enero de 1973 que yo estaba allí para contarlo aquella mañana gris de año nuevo con bastante resaca.

De esta forma, nebulosos fueron los partes de guerra en la crisis de Malvinas. The British They are masters of desguise y expertos en el difícil arte de la propaganda. Por eso tienen al pueblo tan dominado. Nada tenía de peculiar que este Fagan del que poco sabemos quien es se haya enamorado platónicamente eso sí de su Reina.

 Se preparó para su aventura varios meses, estudió el territorio, examinó mapas, consultó distancias, compulsó los turnos de guardia y los relevos. Su sueño era ver dormir a la augusta emperatriz de los ingleses y llegó hasta el tálamo. Las gacetillas evitan todo lo morboso.

El Fagan no quería dormir con la reina sino ver como era en su medio natural porque las reinas también duermen y fuman y tienen que ir al baño y lo demás. ¿Un exhibicionista? Puede ser. But he was caught in the act por la guardia real y seguramente lo llevaron al cuartelillo por las orejas. ¿Un espía de los rusos? Tampoco se descarta.

 La morbidez y la discreción han tenido que entablar en Fleet Street un reñido encuentro para dar de lado detalles morbosos de tan paradójica situación. ¿Cómo se acuesta Isabel en enaguas, en picardías o en camisón sin sostén o con sostén y de qué color eran las bragas?

Dicen que son de color púrpura que es el color de la realeza y taparía sus vergüenzas con un taparrabos de armiño… pues a lo mejor. También puede ser que Michael Fagan no sea más que un invento de la prensa para echar una cortina de humo, un tupido velo para distraer la atención del gran publico de la engorrosa cuestión de Malvinas que el personal no consulte la lista de bajas y que la Thatcher adarga en ristre y todos los portamisiles a bordo de la Home Fleet se ponga las bragas de hierro y les de a los argentinos de Galtieri una buena paliza.

 Una maniobra de distracción pues dicen que el gobierno de la Dama de Acero está a punto de caer. Y otra cuestión. La minuta y los haberes reales.

Los ingleses se sienten muy monárquicos y consideran que para mantener la institución monárquica en condiciones hay que subirles el sueldo a los royals. De cualquier forma, son maestros del disimulo estos ingleses. No sueltan prenda. Por lo pronto su graciosa majestad y persona tiene un Romeo que acude a la cita del jardín de Buckingham con escala. ¿Será un amor de verano? ¿Un flirt?

 A la reina no se la conocen avatares y liviandades de ese calibre. Es una señorea muy seria a la que no le gustan los chistes verdes pero le pide que le cuente el príncipe de Edimburgo cómo anda de su estreñimiento. Pero esta es una extraña historia con final feliz. En otra parte el merodeador hubiera sido cosido a tiros por los escoltas pero estamos en GB y se le detuvo con mucha educación, le fueron leídos sus derechos y se le acusó de trespassing o allanamiento de morada.

Un alabardero le dio un cigarrito marca capstan los que fuma la soberna y otro le invitó durante el interrogatorio a una taza de té. Menos no podía ser.

-     ¿No tendrá un cigarrillo, Majestad?

-     No en este instante, pero aguarde a ver si le quedan a la camarera.

Y de esa manera salió del dormitorio y avisó a seguridad. La reina saltó en camisón, se puso las zapatillas y fue a avisar. La señorita de compañía dormitaba ante una taza enorme de té.

-     Espabile que tenemos visita, Maundy.

-     ¿Audiencia a estas horas, majestad? ¿Nos han hundido algún submarino esos malditos argentinos?

El Bobby que guarda la puerta de la cámara regia tampoco se había enterado y se había quedado dormido sobre sus enormes zapatones de policía británico proverbiales por su tamaño. Dicen que la reina y la Dama de hierro no se pueden ver pero estas historias sirven para aliviar tensiones nacionales.

En Inglaterra las grandes crisis suelen ser tormentas en una taza de té. Nada más. Y este aire deportivo que se da allí a la política a mí me da envidia. Para mi patria la quisiera. Cuentan que Mr Fagan salió de palacio fumándose un cigarrillo. En libertad con cargos. Las crónicas no refieren nada más.

 

25/06/07 1:47

2022-07-27

mi escarcela está llena de vivencias y de fotos amé la vida

 

      OJIMIEL CONTRA LA PESTE

 

El morbo está por doquier

velocidad del rayo se propaga

sufre la humanidad lacerada

mirando para las gafas diabólicas de Gates

el anticristo

las nenias lloran a la puerta

en los grandes funerales

las yeguas entran en celo

y sueltan fluidos vaginales

cantan las sirenas

himnos triunfales

por el ojete de las damas

entra la vida y la muerte

es la casualidad del sexo

revoloteando incandescente

pasiones y encuentros al azar

de hombre y mujer que yacen

en la parva

una tarde de verano

bajo el sol fulgente

arrimando descendencia

en sangre y semen

mariposa del paraíso y del infierno

todo arde y se apaga en un instante

obnoxio a las parcas

y al clamor de los hospitales

somos sumisos reos

dependientes

pero no te preocupes que una obrada

Aerde el montó de trigo, se quema la paja

sigue siendo un día de bueyes

cincuenta y tes áreas cabales

EL número no engaña

soy heraldo de pesas y medidas

De tarnizas. Lamederos. Burletes

obrepciones y mentiras con estantes

porque nadie nos cuenta la historia cómo fue

   REÑIDERO  DE GALLOS

 

Iglesias mr. Churches un pícaro debe de haber salido de las páginas del Buscón o del Lazarillo un advenedizo que se hace pasar por intelectual y no ha cogido un libro en su puta vida. En un año se hizo millonario enchufó a sus coimas en el gobierno un palacete en Galapagar con un adarve de maderos de la GC a sus espaldas porque el tipo no es muy valiente que digamos, le arropa Julito el Rojo que hizo los cursos de piloto en West Point y llegó a jefe de los guardias, la derechona le acusa de derechista y venezolano pero esta recriminación es un cover up para identificar en falso a los mentores de este pijo flauta descamisado. Casado, Cantó, la Arrimadas, son patas del mismo banco. La política es un sumidero de haraganes y de ineptos y el periodismo otro tanto. El que se mueva no sale en la foto coche oficial y ordeno y mando ellos y ellas rebuznan desde sus escaños. Es la imagen del perfecto esperpento. Lamentable espectáculo. Dicen que van a despertar a España estos tíos adláteres de ese Sanchete monclovita biznieto del “Carnicero de Badajoz” un mal legionario que no se atuvo a las leyes de la guerra fusilando a mil milicianos en la plaza de toros, pero está dormida y casi in pulso casi al borde del colapso. Spain awake... not at all. Our homeland is soundly asleep casi durmiendo el sueño de los justos bajo la gobernanza de tunantes y malandrines a punta pala. Con estos bueyes no se puede ir a arar

 

SETENTA Y CUATRO AÑOS QUIEN LO DIRÍA

 

Fulgor de las mañanas blancas de Santa Martina

yo tengo dolor de riñones

rayo espectral de la luna entrando por mi ventana

camaradería de la calle

los golondrios desnudos

espectral esperanza

I al give up

de mi pipa compañera algunas pufadas

no sé donde estás ni si fuiste feliz

mujer tan lejana

un espectro solamente de la noche lunar

en mi ventana

el arce triunfal espera la primavera

EL VALLADOLID DE JOAQUIN DIAZ

 

VALLADOLID 2

 

2

 

 

En cierta ocasión que visité la Ciudad del Pisuerga tuve la curiosidad de visitas la casa donde habitó uno de los eximios maestros de preceptiva literaria, don Narciso Alonso Cortés. Los que estudiamos humanidades en los 50 nos empollamos su Historia de la Literatura Castellana en papel malo y fotografías de daguerrotipo. Dios mío, muchos recuerdos. Vivía en Nuñez de Arce 34 el académico, el más eximio erudito de las letras hispánicas en los últimos dos siglos. Bajo su guía empezamos a conocer y a amar a los clásicos. Discípulos suyos fueron Gerardo Diego, Alarcos Llorac el ovetense a los que ningunearon sus paisanos a causa de su peculiar opinión sobre el bable y los bablistas (dijo una verdad como un templo, pues no se puede resucitar nunca a un muerto y las lenguas también mueren) López Anglada, Juan RAMÓN Jimenez, los Machado. Detrás tenía un huerto y una higuera y un lema en latín que decía messor indefessus (segador sin fatiga). Era un latinista de primer orden desde sus tiempos de seminario. Tuvo por maestro nada menos a don Raimundo de Miguel.

Colgó los hábitos en teología, pero la pasión por la tradición de aquella iglesia universal, su liturgia, su lengua, permaneció hasta el final de sus días. Murió sin ser demasiado reconocido y casi abandonado. ¡Ay si hablasen las piedras de Nuñez de Arce 34¡ aquella puerta de piedra arco de medio punto enguichada de barrotes, aquel jardín, aquella higuera y aquella biblioteca de casi cincuenta mil volúmenes pignorada en casi tu totalidad. En cuán poco tienen los españoles de ahora las cosas grandes de su patria, qué poco inclinados a los deleites espirituales de la especulación, la lectura, la charla en un café a media tarde.

En el Diario Libertad me publicaban a mí las primeras crónicas desde Londres. Luego la piqueta deletrea y rencorosa de los que no olvidaron a Onésimo Redondo, su eximio colaborador, obligó a echar el cierre. Siempre se me atuvo al carácter revolucionario de su fundador. El Norte de Castilla, por contra, y que los admiradores de Delibes me perdonen, pues yo también admiro a ese gran escritor desgraciadamente fallecido, ideológicamente fue siempre más acomodaticio y funcional. Cuando vino la transición, Manu Leguineche  y otros se colocaron la medalla de haber sido el periódico de la oposición al franquismo. Pertenece a la familia de los Alba y su línea editorial de ideas conservadoras, burgués y liberal coincide con el talante de la ciudad de comerciantes, industriales y terratenientes de medio pelo. Valladolid siempre tuvo un aire francés. Algunos de los edificios con sus mansardas en lo alto y los pinos tejados cubiertos de pizarra recuerdan un poco a París.

Joaquín Díaz en este libro sobre su ciudad ha hecho un exhaustivo alarde de dotes documentalistas y muestra las pulsiones de la urbe cuya historia conoce bien.

Valladolid tiene un talante artesano y manual muy tradicionalista donde los zapateros celebran la fiestas de San Crispín, los sastres a san Homobono y los toreros a san Pedro Regalado, un cura converso que es a su vez patrono local. Fue ápice de la Contrarreforma, lugar de muchos curas y frailes: los del Babero del Colegio La Salle, los agustinos filipinos, los jesuitas. También de militares: academia de Caballería, regimiento de San Quintín etc.

Se apunta otra peculiaridad en este curioso libro con un soporte fotográfico a base de instantáneas de época y de curiosos anuncios comerciales de las tiendas locales que esconde una gigantesca labor de campo y selección, la de las amas secas o nodrizas, exuberantes matronas venidas de Asturias y Cantabria para formar parte del séquito de la servidumbre de familias acomodadas. Estas mozas criaban a sus hijos de acuerdo con una tradición secular castellana que arranca desde la edad media.

 Cien años en la vida de una ciudad más de ocho veces centenaria no son nada, pero la labor realizada por el autor ha sido tan importante como valiosísima y eficaz y, al parecer, por muy poca paga. Nunca estuvo la cultura española en tal devaluación.

Llegó la peste y la pasta -noramala- de los vivalavirgen y vivanderos de la Mala Causa, la nave de nuestras letras parece perdió el rumbo y el compás, en manos de cuatro mandarines arbitrarios e incultos que procuran que la buena antorcha se meta bajo el celemín, mientras ellos nos deslumbran y ocupan cacho, publican, son agasajados por toda esa patulea de la Mediática pánfila.

Con decir que dieron el premio nacional de periodismo a un tal Juan Cruz-en Londres lo llamaban el tuercebotas canario y del Polisario-, ya está todo dicho.

He aquí, sin embargo, algo que merece la pena: un libro para el recuerdo, un buen manual de historia local que hace las delicias de un empedernido lector. Cuando abro sus páginas en este otoño de crisis y apago la caja tolondra, mientras el personal se entretiene jugando al apocalipsis con el huracán de NY, su lectura me devuelve la añoranza y la sonrisa. La Gran Manzana donde viví el apagón del 77, -ay aquel verano de pesadilla-, me pareció un pueblón de Kansas City, habitado por paletos, mientras en Valladolid viven hidalgos.

Voy poco últimamente, pero los paseantes de la calle Santiago, (Umbral lo decía) eran un poco pijos, siendo él, asimismo, Dios le haya perdonado, envarado y distante con quien le convenía pero, en fin, cada una de las ciudades de Castilla la Vieja tiene una personalidad distinta. En Pinciana, patria de Zorrilla aún se detecta el orgullo de la que fue urbe y corte hasta el tercer Felipe. Allí fue bautizado el Rey Prudente, murió Cervantes, se criaron Jorge Guillén y don José Zorrilla y toda la ciudad respira un aire entre castrense y místico, orgullo de casta.

En León son cazurros y comen conejo. Los de Segovia, judíos. Ávila, augusta, la de los santos y los cantos, buena gente conversa pero no tienen vino. Zamora, la bien cercada por un lado la cerca el Duero y por otra Peñatajada, es larga y no se recorre en una hora; de punta a cabo, diez kilómetros. Yo creía que no llegaba nunca a la procesión un Viernes Santo.

En Burgos viven los altivos. Salamanca docta, circuncisa e imperial donde todavía retajan a los niños aunque luego los bauticen. Soria, lejana y ensimismada rinde culto a san Saturio y a san Mamerto, es la Mamel alemana bien aireada por el Moncayo. Palencia, gente de pro y los de Logroño, coño, y para de contar, pues Castilla la Vieja [uno aprendió geografía por el plan antiguo antes de que se impusiera esa arbitrariedad territorial de las Autonosuyas] es variada y múltiple y cada villorrio, cada majada tiene una forma distinta de enfrentarse a la vida.  A perro viejo no hay tutús porque al mear alza la patita, que no nos vengan con historias, pero la lectura de este libro me ha servido de acicate para remozar antiguas vivencias.

Porque Valladolid es el meridiano por el que pasa toda la historia de esta nación una y múltiple. Allí se fraguó su unidad.

 Visito el antiguo convento jerónimo del Prado, punto neurálgico en la política de los Reyes Católicos, del que fue prior fray Hernando de Talavera, confesor de la reina santa, el alfaquí celestial, que pasó luego a ser presidio, lo mismo que san Miguel de los Reyes en Valencia. Ese fue el trágico destino, tras la Desamortización, de muchos monasterios.

 Cisneros, que a fray Hernando sucedió en el cargo y no se chupaba el dedo, utilizó métodos más contundentes para convertir a los moros de Granada  y no la blandura de fray Hernando, un converso- sus hermanas vivieron a la sombra de la cárcel cordobesa del Santo Oficio - que fue el primero en decir la misa en romance con lecturas en árabe en la catedral granadina, adelantándose cinco siglos al Vaticano II en lo de las vernáculas, pero esto ocurre en las mejores familias sobre todo viniendo, sin saber adónde vamos, de dónde venimos (de las tres culturas y religiones), como demuestra el último párrafo del epilogo de VALLADOLID CIEN AÑOS, inmerso en la tolerancia y la bondad de la que es capaz un alma castellana tan hidalga como la de Joaquín: ”Valladolid ha sido lugar de paso, aldea y corte, incómodo muladar y ciudad elegante, mercado y templo, bastión y villa abierta, Corte y asiento gremial, inspiración y desesperación, crisol y fuego fatuo, noche de sábado y mañana de domingo... todo eso y mucho más ha sido y sigue siendo esta ciudad que se retuerce sobre sí misma como una interrogante y que, como los hidalgos de antaño, conoce sus antecedentes pero no puede recurrir a ellos. Habla entre comillas y piensa en silencio, dejando la voz para quienes recorren sus calles como las antiguas esguevas, ora mansas ora violentas”

Chapó. No se puede definir de forma más elegante lo que es la esencia de una ciudad. Gracias, Joaquín y que vivas cien años por tu elegancia, solercia y bondad, todo un lujo para nosotros castellanos. Bendicho sea el Dio  .

30/10/12

 

 


DINAMITAR LA CRUZ Y LA REINA NO SE SANTIGUA BERGOGLIO POR EL CANADÁ HACIENDO EL INDIO Y ADORANDO A MANITÚ WUAU

 

20 N.

 

Quieren volar la cruz y yo me pregunto que la cruz qué mal les habrá hecho y respuestas no encuentro más que la inquina y la revancha, malos consejeros de la verdad. Es tan airosa y solemne la cruz del Valle que se divisa cuando voy camino del norte casi tan alta como la montaña que le da nombre Cuelgamuros y rezo la oración de San Andrés:

        -O bona cruz salvum me fac

Y sigo mi camino. ¿Por qué les molesta? Sólo hay un precedente: el de la voladura de una estatua gigante de Buda que existía en las montañas de Afganistán hace unos años. Un acto criminal fundamentalista de los talibanes que odian la representación de las figuras antropomórficas en la creencia de que con ello se da culto a los ídolos. Lo dicen ellos que creen en los siete cielos del profeta y en el paraíso de huríes, pero la cruz es símbolo de la libertad y del progreso. Pueden dinamitarla pero no podrán erradicar la promesa del que murió en ella:

        -Estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos. Parece ser que no. De lo que se trata hora ES PONER A Jesús DE MENTIROSO. El separador ataca.

Me asusta el silencio del Vaticano, el mutismo de Rouco, la falta de agallas en los herederos de Franco y de José Antonio para defender los restos de estos dos grandes prohombres de la historia de España porque eran unitarios y ayunadores, apaciguadores y cuyo recuerdo y memoria causa tanto odio entre los disgregadores, los oportunistas. Sin embargo, un diacono siempre tendrá que defender la cruz cueste lo que cueste. Si lo que se tendría que volar fuera el Candelabro de los Siete Brazos pero aquí hay una legión de mudos y ya lo dice el refrán “quien calla otorga”. Silencio de Raztinger, silencio de Rouco, tantos silencios dios mío. ¿Es que hemos cambiado de religión? ¿Es que el Vaticano ya no cree en la religión sólo en en sí mismo y en la púrpura? He ahí la madre del cordero, ahí está el intríngulis.

        -Oremus et pro nosotros pastores.

        -Sí recemos por esta iglesia nuestra que va sin timón ni gobernalle y hace dejación pública de sus funciones y esconde la cara ante el enemigo.

        -La animadversión del Zapatero patatero ahogado en su retórica llena de contradicciones no me subleva. Más me preocupa la aquiescencia del bueno de Benedicto incapaz de cuadrarse ante los poderes seculares para evitar el desahucio de sus monjes que oran y viven en una de las abadías mejores de la cristiandad por respetos humanos. Me encocora el que los Franco sólo estén para que Maricarmen la nietisima se presente en los programas del perineo y la entrepierna para parlar de sus coitos con gente importante y el que los Primo de Rivera anden perdidos allá por Jerez.

        -Mucho esperas, Accipiter. Como va a defender la cruz un papa  bávaro. Ellos detestan la cruz. Luce una estrella de David en su tiara cuando oficia sus pontificales.

        -Dios mio que infamia. Oremus et pro perfidia Judeorum.

        -Oremos sí que en España es Viernes Santo.

Un viernes santo que dura para mí desde aquella noche en Londres en que mi jefe Paco Martos Robles me telefoneó para darnos la noticia desde Madrid.

        -Ya

Sólo dijo ya pero aquel adverbio de tiempo pero ese ya dura 35 años y yo sabía lo que iba a ocurrir: el regreso de los impíos. A mí por defender a España me pusieron en sus listas negras pero contra la verdad no hay fuerza aunque todos los días sea viernes Santo. Pese a todo me atrevo con un profecía:

        -La cruz vencerá

 ORA 25 DIN VINTILA HORIA UNUL DINTRE CELE MAI MARE NOVELE ALE SECOLULUI XX


Martín Ferrad a pus acest titlu programului nopții în SER Hora 25, un apel de clarion, ceasul al unsprezecelea a sunat timpul viitor sub imperiul tehnicii care va arunca umanismul și umaniștii din teren. Este o carte poetică și profetică, precum și un ritual noetic sau de inițiere, deoarece meșteșugul scrisului este legat, în cele mai înalte secțiuni ale sale, de Apocalipsa. Cred că acest român poliglot (vorbea toate limbile inclusiv idiș, dialectul evreilor askemazi pe care l-a învățat într-un lagăr de concentrare maghiar, i-a ajutat pe cei din secta lui Moise să scape, dar ei nu i-au mulțumit, era un „ goim”) a scris o utopie care o depășește pe cea a britanicilor Orwell și Huxley.

L-am cunoscut pe Vintila, i-am intervievat, l-am admirat si am urmat cateva cursuri de master la Complutense. A aparținut unui grup de intelectuali distinși care și-au găsit refugiu în Spania, fugind de persecuția sovieticilor. Dumnezeu s-a născut în exil și au adus o înțelepciune enormă în rucsac. Ovidio Tarlea, un mare poet născut la Constanza, mi-a fost coleg la agenția Pyresa, a făcut observații și mi-a dat indicii despre unele dintre cronicile mele din SUA A recitat poeziile lui Horacio pentru că era înzestrat cu o memorie uimitoare. Un adevărat domn care s-a stabilit în Spania și a întemeiat o familie s-a căsătorit cu mama Lauritei Valenzuela, care era văduvă de război. Mi-a dat un dicționar românesc cu o legendă pe care scria „nu dispera dacă nu te ascultă, eu am trăit această situație ca tine. Au sosit noii stăpâni și și-au adus propriii funcționari.” Lucrase într-unul dintre cele mai importante ziare din București, a fost epurat și a fugit pe jos în Italia peste Carpați. Este drama pe care The Twenty-Five Hour o pune în scenă: crucificarea României, execuția protagonistei Joan Moritz care moare pe pomul ignominiei iertându-și dușmanii. A venit la ai lui și ai săi nu l-au primit. El nu era lumina, ci un martor al luminii pe care întunericul nu o putea stinge. Sunt piese despre care romanul are reminiscențe evanghelice. Mai presus de toate, acea lumină strălucește în figura părintelui Coruga, preotul ortodox pentru care protagonistul a lucrat înainte de a fi prins acuzat de iudaism de un jandarm corupt și afemeiat care se îndrăgostise de soția sa Susana. El este trimis într-un lagăr de concentrare și acolo se trezește lucrând cu târâi și lopată alături de evrei care nu au făcut muncă manuală în viața lor; erau avocați, negustori, finanțatori. Degradarea lui atinge apogeul atunci când șeful lagărului îi spune să-și lase pantalonii să cadă pentru a vedea dacă a fost tăiat, dar nu a fost circumcis. Era un descendent arian al unei minorități germanice stabilite pe malul Dunării. Acest detaliu va fi unul dintre cele mai surprinzătoare evenimente atunci când este admis la un „Lager”, silueta lui îl surprinde pe un Gauletier. Aici narațiunea ia o turnură surprinzătoare, fostul condamnat devine soldat SS și i se ordonă să facă dragoste cu Hilda pentru ca acesta să aibă urmași și să păstreze astfel puritatea rasei ariene. Nevinovat, însă, este din nou crucificat pentru că se trezește în transa de a fi nevoit să urmărească prizonierii de lagăr, foști colegi de celulă. Protagonistul nu ține ranchiună față de nimeni. Îi ajută pe evrei să treacă, îi dau niște bani, dar îl lasă desculț și fără valiză în gara din Budapesta. Va trebui să fim atenți la acest detaliu: Vintila nu neagă holocaustul, ci ne oferă o mărturie despre ceea ce a trăit oamenii ei în trup. Banii și mita au fost trambulină cu care evreii bogați au traversat iazul. A fost trambulină de la care au sărit în America. În timp ce Auschwitz îi aștepta pe cei mai săraci: nevoiașii din ghetou, țiganii, dizidenții români, rușii și Belarus. Există un gând care plutește ca o fantomă amenințătoare prin paginile acestui mare roman fluvial care se citește dintr-o singură mișcare (autorul știe să creeze o atmosferă, să picteze personaje și să surprindă cititorul cu nodurile intrigii): cine câștigă omenirea se pregătește pentru o perioadă de sclavie sub conducerea mașinii. Vom fi roboți. Acest lucru se întâmplă deja într-o lume fericită sub privirea scrutatoare a lui Big Brother. Vor fi fotografiați chiar și propriile noastre gânduri. Nimeni nu va putea scăpa. Cursa va fi purificată prin eutanasie, vor exista restricții privind liberul arbitru. Ne așteaptă totalitarismul indiferent de semnul său. Vintila Horia a fost acuzat ca este fascist. Acordarea premiului Goncourt pe care l-a câștigat în 1960 a fost retrasă, iar astăzi este autor epuizat. O nedreptate. Noii maeștri și-au adus propriile coruri SĂ CINTE imnuri epiniciene, rapsodiile lor și să cânte epitalame murdare pentru că o minciună s-a repetat până când societatea devine dogmă pe care am avut-o, totuși, în mare parte din cultura și limbajul

 

HORA 25 DE VINTILA HORIA UNA DE LAS MAYORES NOVELAS DEL SIGLO XX

 

Martín Ferrad puso este título al programa de la noche en la SER Hora 25 un clarinazo la hora undécima ha sonado el tiempo futuro bajo el imperio de la técnica que echará al humanismo y a los humanistas fuera del campo. Se trata de un libro poético y profético así como noético o rito de iniciación porque el oficio de la escritura se relaciona en sus más excelsos apartados con la Revelación. Pienso que este rumano políglota (hablaba todas las lenguas incluso el yidish el dialecto de los judíos askemazis que aprendió en un campo de concentración húngaro ayudó a fugarse a los de la secta de Moisés pero estos no se lo agradecieron, era un “goim”) escribió una utopía que supera a la de los británicos Orwell y Huxley.

Yo conocí a Vintila, lo entrevisté, lo admiré y asistía a alguna de sus lecciones magistrales en la Complutense. Pertenecía a un grupo de intelectuales eximios que encontraron en España refugio huyendo de la persecución de los soviets. Dios ha nacido en el exilio y traían en el morral una enorme sapiencia. Ovidio Tarlea un gran poeta nacido en Constanza fue compañero mío en el agencia Pyresa, me hacía observaciones y me daba indicios sobre alguna de mis crónicas desde EE.UU. Recitaba los poemas de Horacio pues estaba dotado de una memoria pasmosa. Todo un caballero que se asentó en España y fundó una familia se casó con la madre de Laurita Valenzuela que era viuda de guerra. Me regaló un diccionario rumano con un epígrafe que decía “no desesperes si no te hacen caso yo he vivido esta situación como tú. Llegaron los nuevos amos y trajeron a sus propios escribientes”. Había trabajado en uno de los diarios más importantes de Bucarest, fue purgado y huyó a pie hasta Italia cruzando los  Cárpatos. Es el drama que pone en escena La Hora Veinticinco: la crucifixión de   Rumanía, el ajusticiamiento del protagonista Joan Moritz que muere en el madero de la ignominia perdonando a sus enemigos. Vino a los suyos y los suyos no le recibieron. Él no era la luz sino un testigo de la luz que las tinieblas no pudieron apagar. Hay trozos que la novela tiene reminiscencias evangélicas. Sobre todo, esa luz resplandece en la figura del padre Coruga el sacerdote ortodoxo para el cual trabajaba el protagonista antes de ser aprehendido acusado de judaísmo por un gendarme corrupto y mujeriego que se había prendado de su mujer Susana. Es enviado a un campo de concentración y allí se encuentra para trabajar a pico y pala al lado de hebreos que no habían realizado trabajos manuales en la vida; eran abogados, comerciantes, financieros. Su degradación llega al sumo cuando el jefe del campo le manda bajarse los pantalones para comprobar si había sido retajado, pero él no estaba circuncidado. Era un ario descendiente de una minoría germánica asentada a orillas del Danubio. Este detalle va a ser uno de los lances más sorprendentes cuando internado en un “Lager” su figura sorprende a un gauletier. Aquí la narración pega un vuelco sorprendente, el antiguo presidiario se convierte en soldado de las SS y se le ordena que haga el amor a Hilda para que tenga descendencia y así se conserve la pureza de la raza aria. El inocente sin embargo vuelve a ser crucificado porque se ve en el trance de tener que vigilar a los presos del campo antiguos compañeros de celda. El protagonista no guarda rencor a nadie. Ayuda a los judíos a pasarse, le dan algún dinero, pero le dejan abandonado descalzo y sin su maleta en la estación de Budapest. Habrá que fijarse en este detalle: Vintila no niega el holocausto pero nos da un testimonio de lo que su pueblo vivió en las propias carnes. El dinero y el soborno fue el trampolín con el cual los judíos adinerados cruzaron el charco. Fue el trampolín desde donde saltaron a América. Mientras Auschwitz aguardaba a los más pobres: los menesterosos del ghetto, los gitanos, los rumanos disidentes, los rusos y Bielorrusia. Hay un pensamiento que flota como un fantasma amenazante a lo largo de las páginas de esta gran novela río que se lee de un tirón (el autor sabe crear ambiente, pintar personajes y sorprende al lector con los nudos de la intriga): gane quien gane la humanidad se prepara para un tiempo de esclavitud bajo el imperio de la máquina. Seremos robots. Eso ya está pasando en un mundo feliz bajo la mirada escrutadora del Gran Hermano. Serán fotografiados hasta nuestros propios pensamientos. Nadie podrá escapar. La raza será purificada mediante la eutanasia, habrá cortapisas al libre albedrío. Nos espera el totalitarismo cualquiera que sea su signo. Vintila Horia fue acusado de fascista. Se le retiró la concesión del premio Goncourt que ganó en 1960 y hoy es un autor descatalogado.  Una injusticia. Los nuevos amos trajeron sus propios coros PARA ENTONAR himnos epinicios, sus rapsodas y cantan epitalamios inmundos porque una mentira repetida hasta la sociedad se convierte en dogma  Siempre tuve, sin embargo, en mucho a la cultura y la lengua del Dacio los rumanos tienen una sorprendente capacidad para la elocuencia y el dominio de idiomas y Vintila (1915-1992) fue prez y honra de la cultura castellana. Escribía con soltura en francés, inglés, alemán y en su lengua de los Carpatos

2022-07-26

Божественная литургия 26 июля 2022, Храм Сретения Господня на Гражданско... misa de santa ana en el templo de la candelaria de Petersburgo, Esta es la religión misteriosa y bella en la quec yo creo y no en la de ese pontifice acolito del NOM hgaciendo el indio en las parameras de Canadá

ludmila osipova
ludmila osipova
hace 8 horas
¡¡¡Al sacerdocio de esta Morada - Alegría y Salud Espiritual!!! Amén.

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Irina Moiseva
Irina Moiseva
hace 7 horas
Gracias por la Divina Liturgia, por el sermón que salva el alma 🙏

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Svetlana Jomenko
Svetlana Jomenko
hace 7 horas
Sobre la salud de Anna adolorida mental y físicamente 🙏 amén gracias gracias gracias por la oración, el sermón y la transmisión del servicio ❤️

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eldo eldo
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hace 8 horas
Dios bendiga a todos. Cantando divino!

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Svetlana Jomenko
Svetlana Jomenko
hace 7 horas
Bendice a todos los que sirven y oran Gloria a ti Dios nuestro Gloria a ti

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ludmila osipova
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hace 8 horas
¡El servicio del operador es AMOR A DIOS! Amén.

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Tatiana Lifanova
Tatiana Lifanova
hace 8 horas
Padre, salve al Señor por el sermón que penetró hasta el mismo corazón

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ludmila osipova
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hace 7 horas
En el descanso de: la sotana.millones.Seraphim ml.Vasily, mln.Vladimir, el guerrero Alexander, Tatiana, el guerrero Andrei, Elena, el guerrero Valery, el guerrero Alexander, Claudia, Catherine, Trofim, Theodore, Irina, Sergius, Sergius, Grigory, Paraskeva, Alexander, Nicholas, Paraskeva, Alevtina, Ludmila, Irina. Amén.

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ludmila osipova
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hace 8 horas
Sobre la salud: el arcipreste Oleg (Theor); John, neg. Vladislav, neg. Evgenia, Lyudmila, Elena, Sofia, puramente guerrera Nikita, Julia, Lyudmila. Amén.

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Escáner primero
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hace 9 horas
Sobre la salud de mlSofia mlGordia ot Nikolai otMichael Rabov Natalia Svetlana Anastasia Dmitry Olga Alexandra

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Elena Mironenko
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hace 9 horas
Agradezco a todo el clero por la Santa Liturgia. que iglesia Luz modesta que brilla. Salva, Señor, a todos. ¡Gloria a Dios por los siglos de los siglos!

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SANTIAGO Y EL ISLAM

 El Heraldo de Aragón -excelente rotativo que comulga con el concepto de Gracián de español hasta la gola que la libertad siempre fue española... y para libre Aragón- informa de un incidente que tuvo lugar en el Pilar cuando un exaltado almohade se subió al púlpito y en mitad de la misa Corán en mano se lió a voces y gritó su lilaila tradicional Alá Akber (Alá es grande y dios único). El oficiante tuvo que detener la eucaristía vino la policía se lo llevó... fuese y no hubo nada. Siempre hay exaltados en todas las creencias pero me he leído todo el Corán y llegué a la conclusión que es una religión de paz. Antes me dijeron que no era así pero ahora ya de viejo y después de leer a Sanchez Albornoz y algunos historiadores árabes caí del guindo y siento admiración y respeto por la religión del Profeta. He conocido a buenos musulmanes y también a excelentes judíos. Siempre hay excepciones execro sin embargo de Zelenski no por ser judío sino por ser un exaltado cerril nacionalista y acaso una mala persona que está haciendo bastante daño a Israel. Fueron los moros los que dieron su vida por ESPAÑA obsesionados con la "baraka" del Generalísimo y son musulmanes chechenos los que están muriendo en Ucrania por Rusia. Entonces ¿El Apóstol Santiago? Es parte de nuestra idiosincrasia para sostener los ocho siglos que duró la reconquista. Los pueblos tienen necesidad de héroes epónimos como el Cantar de Roland, Mio Cid y la Mil y una Noches. Durante este largo periodo de la historia moros, judíos y cristianos no siempre estuvieron en guerra. Hubo una interacción manifiesta en la cultura, el lenguaje e incluso en la biología. Por ejemplo Bermudo II de León le regaló una de sus hijas la preferida que tuvo con una de sus ocho mujeres a Almanzor. Una caravana se puso en marcha desde Oviedo hasta la capital del Califato Cordoba con los corceles y mulas que tiraban del carro vestidos de novia. Se conoce que los reyes cristianos adoptaron las costumbres moriscas de poseer un harén bien dotado. El español tiene un carácter contumaz, es sufrido, fatalista y orgulloso como los semitas. No tenemos por qué renunciar a nuestra historia. Ahora bien yo humildemente considero que la religión del Crucificado aventaja a las otras dos monoteístas por una razón muy sencilla: ordena amor para con los enemigos y estipula el perdón y la tolerancia. Es mucho más duro inhumano pero divino poner la otra mejilla. Sí Santiago y cierra España. Somos guerreros pero hay que ser longánimos y misericordiosos con el vencido en nuestras batallas. La peor es la que libramos contra nosotros mismos. San Miguel y el Hijo del Trueno  caminen al unísono al combate

 

CARLOS II EL H


ECHIZADO Y LOS DEMONIOS

                       DE LA IMPOTENCIA 

 

 

   - 1698: La Inquisición abre causa de procesamiento ante la denuncia de un exorcista asturiano que dijo que una brujas hubieran aojado al monarca con el mal de ligadura.

 

                                                                   por Antonio Parra Galindo

 En 1698 - el número y la cifra resulta fatídico en los anales hispanos - la corte española era un triste semillero de intrigas. Una vez más, el problema venía dado por la esterilidad regia. Ninguno de los dos matrimonios (con María de Orleans fallecida en 1680 y con Ana de Neoburgo) de Carlos II había deparado prole. La dinastía languidecía moribunda igual que el propio rey. La verdad es que no hay más que echar un vistazo a los cuadros de Valdés Leal o de Carreño, en los que se retrata de cuerpo entero al último vástago de los Austria para darse cuenta de que los milagros de la naturaleza no caen de un guindo. Tampoco se puede pedir peras al olmo.

   Clorótico, prognato, algo zambo - Su Majestad padecía de podagras, una afección senil, ya a los treinta años - desproporcionado de brazos, algo ancho de caderas, y un semblante lánguido, inexpresivo, los labios carnosos y sensuales, casi el único signo de vida en aquel físico que en los retratos aparece más allá que acá, y como sintiendo ya la llamada de la tierra, era un fin de raza. Puede que ni siquiera, eso.

   Sobre la persona, vida y milagros, un tanto triste y llena de claudicaciones y naufragios, del pobre rey no han parado de llover burlas sanguinarias. Pero ¿qué culpa tendría él de haber sido parido de esta guisa? Hubo de pasar la mayor parte de su existencia entre algodones. Se vio sujeto a la arbitrariedad de una madre ambiciosa, perversa y degenerada, porque no otro calificativo cabe dar a aquella españolaza culona y resabiada, mujer caprichosa, lerda y mal intencionada, algo Mesalina, como era la reina madre, Mariana de Austria. Aquella hembra desnaturalizada siempre pareció aborrecer al propio hijo que había nacido de sus entrañas. También se dan frecuencia madres malas.


   ¿Quién podrá achacarle el haber sido el resultado de la degeneración de una familia por mor de la endogamia y de otras enfermedades hereditarias como la sífilis, la gota, o la pelagra? Aún no habían sido inventados ni el “ salversán” ni el “ viagra”, que son dos específicos para mitigar las venéreas, por exceso o por defecto. Por los mentideros de la villa y corte corría la voz de que lo de Don Carlos era imputable a un maleficio en salva sea la parte. Nada, que unas brujas le habían echado las habas.

   Por colmo de males, padecía alferecía (epilepsia), una afección que hasta el s. XX se creía relacionada con la posesión diabólica. Este padecimiento le volvía un ser abúlico, retraído e irresoluto. De su tatarabuelo Felipe II había heredado no sólo el parecido físico sino también una innata propensión hacia la melancolía

   En tenidas y aquelarres uno de los sortilegios o conjuros más frecuentes era el denominado de la ligadura. Si se quería hacer daño a un individuo se pedía la intercesión de Satanás para que lo dejase impotente. Íncubos y súcubos - una de las características de la posesión y de la obsesión maligna es la lujuria - se encargaban de lo demás. Las mujeres se volvían machorras o viragos. El miembro viril no entraría en erección jamás. La orgía, la zoofilia, la pedofilia o el pecar nefando (inversión genésica), así como el crimen ritual son parte constitutiva de la misa negra o aquelarre. Recuérdese que aquelarre es una palabra vasca (el prado del macho cabrío) y que durante la Edad Media y hasta bien entrado el s. XVIII su práctica era harto frecuente. Caben todas esas contradicciones. La lascivia (bien lo sabe Belcebú) siembra la discordia entre las gentes. Remata en el crimen y en el adulterio.

   La merma o discapacitación para la actividad reproductiva se consideraba entonces de origen diabólico. Se da la paradoja de que el catolicismo, sobre todo en España, no acabó nunca de desprenderse de esa lacra que es la superstición.  Convive al lado del misticismo y del iluminismo. Al fin y al cabo, el iluminado, según observa Marañón, no es más que un místico de baja estofa.

   Las malas lenguas propalaban por Madrid que el rey había sido víctima de un hechizo incoado por el amante de su madre, el valido Fernando Valenzuela, quien gozaba de la privanza a través del P. Nithard y de los jesuitas, los cuales hacían y deshacían en palacio a su antojo. Cuando aumentan los chistes y burlas sobre un eventual aojamiento de Carlos II, toma cartas la Inquisición en el asunto. Corría el año fatídico de 1698. A tan sólo un siglo vista de la muerte del segundo gran Austria, España se desmembraba.

   El propio interesado de suyo era algo inclinado a los agüeros. Llevaba pendiente al cuello una bolsita, que decía eran las reliquias de varios santos tutelares, pero, cuando estaba de cuerpo presente, se comprobó que el rey portaba en la misteriosa faltriquera material de santería: uñas de los dedos y de los pies, cáscaras de huevo, trenzas de pelo, ajos, polvo de tabaco.

   Los inquisidores se emplearon a fondo, pero con discreción dada la alcurnia del personaje encartado, que era todavía dueño de medio mundo. El sol del imperio estaba llegando a su punto de declinación entre fulgores rojizos, pero quedaban aun un par de siglos para su ocultamiento definitivo. Francia, Inglaterra y las otras potencias, venteando cadaverina, aleteaban alrededor del lecho del moribundo como cuervos, todas intentando lograr el más suculento bocado en el reparto del imperio español. Se dijo que sobre los Austrias pesaba una especie de maldición. Carlos V fue un estratega y un gran rey. Su hijo, Felipe II sólo un buen rey y un mal político. Los sucesores - el tercero y el cuarto de los Felipes -, ni reyes ni políticos. El último de la saga, Carlos II, ni siquiera fue hombre.


   Al fallecer éste la noche de Ánimas de 1700, heredan la corona de España los Borbones. Se ponía de esta forma colofón a dos siglos que, a juicio de Taine, fueron los más sorprendentes y dinámicos de la historia humana. Al sol español, ya de vencida, aún le quedaban otros dos hasta su eclipse definitivo, que llega con el desastre de Santiago de Cuba el 3 de julio de 1898.

   Fray Froilán Díaz, confesor de Su Majestad, recomienda que para atajar el problema de la sucesión se efectúen los exorcismos de rúbrica según el ritual romano, mientras el Santo Oficio prosigue con sus pesquisas y averiguaciones sub iudice y con sigilo, pero  todo acabó por saberse; y era un secreto a  voces en aquel pueblón manchego que era el Madrid de aquel entonces que al rey las brujas le habían roído los calcaños... Tal vez, algo peor.

   En las deposiciones forenses y pruebas testificales empiezan a salir saludadoras y videntes, que dicen ver a la Virgen y percibir mensajes celestiales, sibilas y gente de ese jaez. La mayor parte eran monjas histéricas aquejadas de ese mal de los claustros, que se da en nuestro país en las cárceles, internados y seminarios, donde la sublimación de la sexualidad produce excelsitudes místicas o derrota hacia aberraciones mucho más serias como la sodomía o el lesbianismo.

   Es un poco el signo de la monarquía austriaca. Constantemente están apareciendo personajes que arguyen detentar poderes sobrenaturales. Estos reyes se fiaron en temas de salud o cuando tenían delante de la mesa un grave asunto de Estado más de estas pitonisas e impostores iluminados que de sus consejeros naturales. Quede dicho sin perjuicio de parte y dando por sentado que, al lado de estos rufianes y gamberros de beatería, se daba el verdadero santo, el auténtico hombre de Dios, capaz de hacer milagros porque la fe mueve montañas. Ello no embargante, los Austrias fueron víctimas de su propia credulidad, y a algunos miembros de esta dinastía, como a Felipe IV, les picó el morbo de los conventos. Fue galán de monjas.

   Al de San Plácido, que está situado entre la calle del Pez y la de San Roque acudía el conde duque de Olivares, don Gaspar de Guzmán y su mujer, doña Beatriz de la Cerda, preocupados por no haber descendencia y en ciertas solemnidades de guardar. Mientras las monjas cantaban vísperas, el matrimonio hacia el amor en un reclinatorio de la iglesia sin sonrojo ninguno y sin importar que hubiese testigos de vista de su cópula carnal a los pies del altar mayor. Pese a tan aparatosa coyunda, Dios, que parece mantenerse distante de estos líos y atropellos de la obstetricia, entre hombres y mujeres, y que acaso no comprenda del todo bien, por ser espíritu puro y por carecer de cuerpo, - de buena se libra - no hizo demasiado caso de aquellas letanías. La mujer del Conde Duque, que era en la España del primer tercio del s. XVII la voluntad de poder y la pasión de mandar (ver. el estudio que de su personalidad de caudillo y dictador hace Marañón en la obra del mismo nombre) no concibió o malparía, pese a lo aparatoso de los remedios.

   Pronto el monasterio de monjas benedictinas de san Plácido se hizo tristemente famoso. Al parecer, el rey Felipe IV quiso dar al sagrado centro fuero de picadero sexual y mancebía. Teníale echado el ojo a una monja muy guapa. Sus intentos de rapto quedaron desbaratados gracias a la astucia de la priora que, poco antes de la cita, simuló que la religiosa, depositaria de los regios afectos, estaba recién fallecida de cuerpo presente en su celda y ya se le cantaban los oficios de difuntos. Cuando llegó el ilustre Romeo al arrimo, al ver aquello huyó cual alma en pena.


   Más suerte tuvo - y éste sí que fue un escándalo de los gordos - otro capellán del monasterio de marras en sus componendas para el trato torpe y gozar de la fruta del árbol prohibido. Los hechos sucedieron hacia el año mil seiscientos veintiocho. Fray Francisco García Calderón acababa de ser nombrado confesor y excusador de oficio en el centro. Monje poco ejemplar, o tal vez porque se las diera de “moderno” y de alumbrado, en aplicación de la máxima agustiniana sobre la caridad hasta las últimas consecuencias, acabó predicando el amor libre entre sus pupilas.

   Otro clérigo envidioso, un tal J. De León, que había opositado a la prebenda, luego que tuvo noticias de los escándalos, denunció a su compañero ante el Tribunal de la Inquisición. De treinta monjas habían quedado encinta veintisiete. Los jueces actuaron de lenidad con aquellas pobres mujeres ignorantes, que fueron dispersadas por diferentes monasterios de la zona. La abadesa estuvo encerrada cinco años en la cárcel de la Inquisición de Toledo. Con respecto al P. García Calderón, declarado reo de sacrilegio, se le condenó a la hoguera, pero la pena de muerte le fue conmutada por la de galeras.

   De casos como el que se cita (historias de brujería y de alumbrados en las que se compagina el sexo, la religión o la magia negra) estuvo plagada la historia española de aquellos siglos. Al capellán de las monjas de San Plácido nunca le hicieron falta reconstituyentes ni pócimas. Más bien todo lo contrario. Pero estas cosas a veces ocurren. Lo que a uno se les da en abundancia a otros se les restringe.

   Leer ahora al cabo de los siglos los autos de aquel proceso puede resultar chusco, porque la prosa curial no deja de través lo que tenía el asunto de broma:

      “Jamás en el mundo se habrá visto maravilla semejante, como la de que, de treinta  monjas, en veintisiete se hayan manifestado los demonios, no como obsesas, sino de tan maravilloso modo”, - redacta el calificador de oficio.

   En 1698 la Inquisición había perdido su fuerza, pero el tema tan traído y llevado del enajenamiento regio en parte tan insólita trajo cola durante bastante tiempo. En la prueba testifical compareció un jesuita de Oviedo, el P. Argüelles, quien contó a los jueces cómo había sabido a través de unas monjas a las cuales este religioso exorcizó en Tineo, las cuales los diablos que ellas tenían en su cuerpo salieron de estampida y fueron a parar al del rey.

    El desaguisado aconteció siendo éste de edad de catorce años. Su madre, doña Mariana a medias con su amigo en la mañana del tres de abril de 1675 hicieron el maleficio, derramando unos polvos aderezados con huesos de ajusticiado y parte de sus criadillas en la taza de chocolate que se sirvió al monarca para el desayuno. Y en ese preciso instante fue cuando los trasgos fatídicos llegaron por los aires desde Asturias hasta el Alcázar y se apoderaron de la voluntad irresoluta del personaje y dejándolo inútil para toda mujer. Aquellas agustinas de Cangas de Tineo habían debido de ser muy malas puesto que los diablos que mandaron para Madrid llegaron pisando firme.

   La peripecia suene tal vez algo fantástica; en cualquier caso, es lo que se lee en este otro proceso inquisitorial, uno de los últimos celebrados en Castilla. Daría ocasión a cantares y sería motivo de rechiflas. Aunque se le administraron los antídotos contra la ligadura (rábanos cocidos en cuerno de rinoceronte macerado y friegas de valeriana en la zona afectada), Don Carlos, que tenía un pie ya en la sepultura, no pudo recuperar lo que la naturaleza nunca le otorgó.


   Estos remedios caseros o bebedizos estaban a la orden del día. A Fernando el Católico, casado en segundas nupcias con Germana de Foix, y aquejado de melancolías, para espabilar su desgana erótica, le fue administrado aquel “potaje frío “ de Carrioncillo que acabó con él.

Aquellas hierbas minaron su salud y prácticamente acabaron con él en pocos días. La triaca contra la impotencia Felipe II, que entendía bastante de farmacopea, nunca la quiso probar a sabiendas de que en la mayor parte de las cortes de Europa era el pretexto para envenenar. Era una tradición que habían implantado los Medici. En el palacio de San Juan de Letrán los papas Borgia la utilizaron con harta frecuencia.

   No hay sospechas de envenenamiento en la muerte del último de la dinastía austriaca, el cual entregó su alma a Dios en la noche de Animas de 1700. La Inquisición, muerto el interesado, archivó la causa y todos trataron de enterrar con Carlos II el Hechizado las habladurías sobre una conjura diabólica. Sin embargo, como indica el propio sobrehúsa con el cual este triste monarca ha pasado a la historia,” Hechizado”, adquirieron carácter legendario. Fue famosa por lo temible su afrentosa ligadura.

   Una vidente que vivía en la calle de la Silva lo predijo: el trono de España se echaría a perder por la malquerencia de la propia reina madre, que había aborrecido a su hijo al poco de nacer, y que había concertado tercerías con brujas y nigromantes para hacerle daño. Simplemente, lamentable, pero más que lamentable, abominable.

 

 

Antonio parra galindo                                                              30 de agosto de 1998