2022-11-11

 

NO SOY ANTIJUDÍO PERO LA GUERRA DE UCRANIA ES UNA CHAPUZA DE LAS FUERZAS OSCURAS

 

Para mí el Dios de Israel es el dios de la libertad, la profecía, el covenant, la alianza espiritual, el misterio, el Amor y la compasión, el arcano que guarda los secretos de las relaciones del hombre con Dios entre las miserias de la condición humana.

Es el dios de la compasión y la esperanza. Por eso, a causa de la guerra de Ucrania sufro muchísimo por los cientos, quizás miles caídos  en combate entre muertos y desaparecidos.

El hijo del sastre de Lvov tiene la cabeza dura y se opone a la capitulación. Es un títere sin cabeza manejado por las fuerzas oscuras. Sediento de sangre.

 Observando a través de la devanadera informativa (se trata de una guerra que el mundo está viendo en directo por las Redes y telediarios) en España se da una versión. Yo humildemente cotejo las dos, la de Kiev y Moscú.

Me parece más profesional la rusa. Sus soldados se muestran más disciplinados, tal vez algo tristes por el cometido de tener que atacar a un pueblo hermano. 

Mientras, los ucranianos me parecen guerrilleros, indisciplinados, anarquistas, llenos de ardor patrio bajo las órdenes de una oficialidad que paradójicamente se formó en la Academia militar de Frunze donde se instruían los cadetes rusos durante la Unión Soviética.

Son valientes y aguerridos, eso sí. Su moral flojea pero parecen dispuestos a dar la vida por su patria al grito de "Slava Ucraina".

Siento dolor y tristeza como eslavófilo, pues durante muchos años estuve a la escucha de las emisiones de Radio Kiev y Radio Moscú. Capté y tengo grabados en cinta magnetofónica los partes del desastre de Chernobil. ¿Fue aquel espantoso accidente el preludio de esta confrontación? Muchos sospecharon que se trataba de un sabotaje PARA HACER VOLAR EL APARATO DE LA URSS CON LA RENDICIÓN DE GORBACHOV ANTE REAGAN EL AÑO 89.

 Ucrania la nación mayor de Europa fue el laboratorio donde los científicos soviéticos investigaron las armas atómicas y tras la independencia, subsecuentemente, según afirman los rusos, se llevaron a cabo ensayos sobre armas bacteriológicas. El Covid creado en una empresa americana dirigida por el hijo de Biden pudo ser uno de esos engendros. 

Efectivamente, Ucrania es un país trágico durante la revolución rusa, luego la ocupación alemana y las matanzas de Baby Yar cientos de judíos sacrificados a los cuales dedicó el poeta Yevtuchenko uno de sus mejores poemarios.

 Esta es la guerra de Biden. Humildemente pienso que no es la de Putin. 

Comenzó en Maidan en 2014 y no el día de San Matías del año en curso. Los medios occidentales ahítos de propaganda y de rabia antiputinesca no están contando la verdad de esta desdicha. 

Debajo de tales campañas hay intereses económicos difíciles de esclarecer porque en las tierras negras ucranianas se encuentra el granero del mundo. 

Confío que no nos aspen por proclamar la verdad acusándonos de antisemitas.

 Espero no acabar mis días en la horca de la cárcel de Wandsworth como aquel periodista irlandés al que llamaban Lord How-How que lanzaba soflamas contra los ingleses desde las antenas de Radio Berlín. 

¿Dónde está la libertad y el derecho de interrupción y réplica? Ni. El antisemitismo es un mal histórico que sufre la humanidad, pero la acción inquisitorial contra los que no piensen igual me parece también lo es y va contra el Dios de Israel, que es sumum bonum de la belleza, el amor, la compasión y la libertad.

 A lord Howhow como a Jesucristo y tantos otros mártires los colgaron por proclamar la verdad.

 Haya paz. Mir. Mir. 

Es una bella palabra eslava tanto en ruso como en ucranio que es una lengua se parece por la entonación al catalán.

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