FALANGISTA PERO NUNCA UN FACHA CARTA A EDUARDO GARCÍA SERRANO

JULITO MERINO EL CABO DE VARA GRAN EXPONENTE DEL PERIODISMO COLOR BUTANO Éramos pocos y parió la abuela; mal andan las cosas por la derecha nostálgica. Quieren volver los verticales del viejo “Pueblo”. Toda esa jarca moruna que se liaban a botellazo limpio por las tabernas cuando alguien se metía con Emilio Romero. ¡Oh patria escucha mi aflicción que por ahí vienen tirando venablos las falanges del pisotón! El Julito Merino era un loco de atar y volvió locos a toda la redacción que trabajábamos a sus órdenes, un tipo tan presuntuoso que se atreve a decir en exclusiva que él y Sofía Loren hicieron el amor una noche loca en el Palace. Su obsesión era el “scoop”, la noticia en exclusiva. Un cabo de vara como lo fue toda la jarca moruna vertical del diario de los Sindicatos: Amilibia, José Luis Navas, Camarero, Raúl del Pozo, José María García el inventor del butanero periodismo que hoy nos aflige y pervade las prensas. Cuando Porta sacaba a pasear el perro él ponía los micrófonos en toda la calle y cámaras ocultas para que grabara el acto solemne cuando el chucho del Jefe de los Deportes alzaba la pata para ciscarse a la orilla de un rododendro. Vaya una noticia, este loco cordobés, que nada tiene que ver con la cordura de Ginés de Sepúlveda, de Góngora y Maimonides, ha vuelto por donde solía: a copar la información para comer el coco a los lectores del Correo de España con sus lucubraciones y chulerías verbeneras. No se pegó un tiro como hicieron los nazis a la caída del Reich, éste sigue terne e inasequible al desaliento esto es jodiendo la marrana contándonos sus batallitas. En el fondo siempre fue un cobarde cuando me echó de la redacción de SP diciendo que no valía. Bueno pues yo alcancé los dos puestos máximos a los que puede aspirar un periodista que fueron las corresponsalías de la Corte de San Jaime y de Nueva York. Dios me ayudó. Fui un periodista de Franco luchando a brazo partido contra el Contubernio y la conspiración Tengo la baraka del Caudillo. Soy judío y pondré a mis enemigos a los pies de los caballos. Hasta ahora nadie puso en duda mi profesionalidad y en cuarentena mi nombre, sólo ustedes que son fachas aunque se digan falangistas ni me señaló como víctima de un cacao mental. Por lo pronto no le he enviado todavía a ese rector de la universidad de Alcalá los padrinos. Este fulano sabe mucho de Jane Austen pero no ha leído el Lazarillo. Gracias por no poner mi firma en esta pocilga, señor. ARRIBA ESPAÑA