LOS RUSOS CON PUTIN FORMAN UNA PIÑA OCCIDENTE DESINFORMA GUERRA Y ELLECCIONES ARTICULO DE LITERATURNAYA GAZETA

 Guerra y elecciones

¿Qué “rayos violetas” ayudarán a Ucrania?

Zatulin Konstantin

Zatulin Konstantin

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13 de marzo de 2024

Un militar ruso vota en las elecciones anticipadas del Presidente de la Federación Rusa en la zona del Distrito Militar del Norte. República Popular de Donetsk, imagen fija de un vídeo del Ministerio de Defensa ruso / RIA NOVOSTI

Guerra y elecciones

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En la calle Zarechnaya vuelve a ser primavera. ¿Qué significa esto, a qué nos recuerda en Rusia? Que ha terminado el segundo año de la SVO en Ucrania y ha comenzado el tercero. Tiene todos los signos de una guerra civil y cada vez más interna, principalmente gracias a los esfuerzos de Occidente, que está discutiendo planes para enviar sus tropas, alcanzar a nuestro pueblo con sus misiles en la retaguardia rusa y gastar nuestro propio dinero, congelado en Europa. , sobre la lucha contra la Federación de Rusia.

Konstantin Zatulin, diputado de la Duma Estatal de la Federación Rusa

Konstantin Zatulin, diputado de la Duma Estatal de la Federación Rusa

Se trata de un desafío no sólo al lugar de Rusia en el mundo, sino también, sin exagerar, a nuestra propia existencia. He aquí el Parlamento Europeo: “Una victoria decisiva de Ucrania puede conducir a cambios genuinos en la Federación Rusa, en particular a la desimperialización, la descolonización y la refederalización” (la resolución fue adoptada con 506 votos a favor, 9 en contra). Y aunque el fracaso de la "contraofensiva" ucraniana el año pasado obligó a quienes profetizaron la "derrota de Rusia" a cambiar de tono (comenzaron a pedir "evitar la derrota de Ucrania"), dos grandes diferencias, como dicen. en nuestra Odessa, está claro para todos los no reubicados en la sociedad rusa que no existe una tercera opción. O nosotros ellos, o ellos nosotros.

En estas condiciones, lo más fácil sería recurrir a la antigua fórmula “Mientras las armas hablan, las musas callan”. Esto se aplica no sólo a los violines y violonchelos, sino también a la costumbre, aunque no genética, de celebrar elecciones en la Federación de Rusia para elegir al personaje principal dentro de los plazos establecidos por la Constitución. Durante la Gran Guerra Patria en la URSS, nadie pensó en las elecciones, ni siquiera en la versión soviética de partido único. Y creo que pocas personas condenarían a Vladimir Putin y a todas las autoridades si las elecciones del Presidente de la Federación Rusa se pospusieran hasta "las 6 de la tarde después de la guerra". Esto podría explicarse y entenderse.

Putin y Rusia no siguieron este camino. Le guste o no a alguien en el extranjero, y aquí también, las elecciones demostrarán sin duda una consolidación en torno al actual presidente. Las elecciones en Rusia en guerra se llevarán a cabo a pesar de las provocaciones y los ataques con aviones no tripulados. Mantener la intriga no en quién viene primero, sino en quién viene segundo. Lo cual puede ser importante para otros candidatos y sus partidos, pero no para todo el país.

¿Qué pasa con las elecciones en Ucrania, donde los profesores occidentales enseñan democracia? En la misma primavera, al otro lado del río, el 31 de marzo, expiran los poderes de Vladimir Zelensky, que tendría que transferir al recién elegido presidente de Ucrania el 21 de mayo. Pero no lo transmitirá. Advirtieron sobre esto el año pasado, citando la ley marcial y el acuerdo de Zelensky con la Verjovna Rada, que extendió el poder para él y todos los representantes del pueblo “hasta la victoria”. Es decir, indefinidamente.

No habrá elecciones en Ucrania. No se puede decir que Occidente, e incluso Ucrania, no comprendan lo que esto significa. Incluso el senador Lindsey Graham, incansable en su “amor” por Rusia, estaba preocupado en agosto del año pasado por si la cancelación de las elecciones en Ucrania arruinaría la brillante imagen de la democracia ucraniana. Preocupados por cuestiones más apremiantes, los partidarios de Zelensky en Ucrania, tras una discusión interna, coincidieron tímidamente en que no valía la pena preguntar sobre la legitimidad del patrón después de que el carruaje se convirtiera en una calabaza en su propio Tribunal Constitucional. Pase lo que pase… No todas las esperanzas están en los ucranianos, sino en Occidente, que no anulará a Zelensky en el papel de “presidente de toda Ucrania” incluso después de la primavera de 2024. El propio héroe sugirió: “Pregúntenle a Macron”.

Pero Occidente no es el Don, del que no hay extradición. Y Zelensky y sus camaradas no pueden evitar saberlo. Y, por si acaso, envía a Zaluzhny a Londres con una compensación en el bolsillo, y el torpe Klitschko, que se había soltado la lengua, envía una inspección a la oficina del alcalde de Kiev.

Ésta es una razón, no sólo para comparar, sino para comprender la esencia de lo que está sucediendo. La Rusia de Putin, sujeta a 19.000 sanciones, no teme a las elecciones. La Ucrania de Zelensky, cuya magnitud de ayuda es motivo de competencia en el mundo occidental, no puede ni quiere ir a elecciones. ¿Por qué?

Porque está perdiendo la pelea, por mucho que le exijan que pelee con Rusia para siempre. Existe una profunda contradicción interna entre el deseo de Occidente de seguir desgastando incesantemente a Rusia, y también a Ucrania, en un conflicto fratricida (y así lograr sus objetivos) y la fatiga y la incapacidad de Ucrania para resistir en el régimen que Occidente le prescribe. Ella no puede soportarlo. Ucrania está cansada. Ella, al igual que sus soldados que huyen de Avdeevka, tiene muchas ganas de salir de la guerra. Ésta es una ventana de oportunidad para ella, para el mundo y para Rusia.

Por supuesto, el régimen de Kiev se resiste, porque después de la guerra los propios ucranianos se lo pedirán, y no quiere eso. ¿Por qué, para sorpresa de nuestro presidente, los participantes ucranianos en las negociaciones de 2022 en Estambul (Arakhamia) dicen que abandonaron las negociaciones en aras de la guerra por orden de Boris Johnson? Pero porque, aunque siguen siendo buenos