"DEVANT VOS, MOLT ALT E CLAR SENYOR EN JACHME per la gràcia de nostre Senyor Jesuchrist rey d´Aragó, propos io,mestre Arnau de Vilanova, que en la vostra neyoria he trobat que alcuns hòmens de stament seglar se sforcen de contrastar aço (esto) que io he denunciat e denunciu ancara en la Esglesia de Roma e en les altres parts de christian" asi comienza la deposición del insigne médico, teólogo y escritor su deposición contra las corruptelas eclesiales y la disolución de las costumbres a principios del siglo XIV. el texto está redactado en un catlán hermoso que a los que amamos la filología nos hace preguntarnos cuál es la razón por la cual la hermosa lengua de Ausias March no es aprendida por nuestros estudiantes en las escuelas. un idimoa no ha de ser un instrumento de dominación sino un enriquecimiento del intelecto, salvoconducto de libertades que nos libraría de desencuentros y enfrentamientos absurdos entre catalanohablantes y castellanoparlantes. el texto es una joya no solo por el continente sino por el contenido y la forma que refleja la libertad que ha caracterizado al Reino de Aragón. El título está en latin Arnaldus de Vilanova super adventu Antechristi pero la mayor parte salvo algunos párrafos en elegante idioma lemosino. Arnau de Vilanova era profesor en Montpellier asesor de los papas de Aviñón, leal vasallo de la corona de Aragón y amigo de la familia Borja que le abrió casa en Valencia. advierte citando fuentes de san Pablo que la segunda venida se iba a producir por el enfriamiento de la caridad, el agoismo, las guerras, los malos sacerdotes, las corruptelas de la curia, y las cargas que se imponían sobre el poble (hermoso término que el cursi de ZP ha transformado en la "ciudadania" pero Artur Mas que habla un elegante catalán digno de oirse aunque diga burradas la sigue utilizando. Todos somo "poble" y pueblo de Dios)
se defiende el maestro Arnau de las acusaciones de herejía. El papa Bonifacio VIII mandó quemar sus libros y huyendo de la persecución de la curia éll se refugia en Valencia. Las señas del Anticristo son las guerras, el odio, la hipocresía y la mentira de los que mandan que engañan al "poble". Se apoya en la carta de san Pablo a Timoteo y en secuencias del Apocalipsis para enhebrar su catilinaria contra la corrupción ambiente. Carga, sobre todo contra los vicios del clero y las maldades de algunos eclesiásticos, la hipocresía siempre fue un flagelo que corroyó los huesos de la jerarquía católica: E neus daran a conèixer quel altryus vicis volran torqar, ells lurs propris oblidar. Pendran les coses del malvats, ço es, dels robadors, e des ladres, e de vedats, de fornicadors, aldultres e usurers e de heretges e logrers, perjurs, flases jutges..." Este profeta catalán larga un discurso que pudiera estar dirigidos a muchos españoles de hoy. Merece la pena aprender catalán para empaparse de la sabiduría de este humanista que fue contemporaneo del arcipreste de Hita y del Marqués de Santillana
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