Leo esta carta en la Nueva España que por desgracia viene a darme la razón al definirlo como pseudo historiador. Yo fui profesor suyo de castellano en el Marist College de Hull el curso 1966-67. Era el más zoquete del grupo, pésima pronunciación, desgreñado, insolente, no hacía más que interrumpirme diciendo barbaridades sobre España y los españoles, como certifico y expongo en mi Diario de un Periodista 1966. Lo explico con más detalle en mi bitácora antonioparragalindo.blogspot.com) el año que Inglaterra ganó la copa del mundo. Otros como John cuyo apellido no recuerdo pero que tocaba el banjo, y un chico judío sefardí que me deleitaba con sus refranes en ladino eran lo opuesto a Paul, que fue rechazado para entrar en la universidad de Oxford y tuvo que graduarse en una "red brick" de menos categoría.
Los más aventajados alumnos después de pasar el A level o preuniversitario solían ser admitidos en una ivy leage universidad con enredaderas en las paredes esto es Oxfor y Cambridge. Preston nada tiene que ver con la Inglaterra que yo amo y me hizo pasar los
Vuelve Paul Preston a sembrar odio
En este momento en que ciertos comunistas, desconocedores de la historia de España, que ocupan inmerecidos puestos en la política española, quieren poner en duda el hecho de la amnistía española del 77, deberían oír el discurso, a este respecto, de D. Marcelino Camacho, trabajador español de la Perkins, encarcelado por razones políticas. Y después callar la boca para siempre.
En este entorno, el odiador de España, falso “historiador”, por absolutamente no objetivo ni independiente, Paul Preston, con sus discípulos o compadres cercanos Moradiellos y Viñas, vuelve a la carga para sembrar enfrentamiento entre españoles, porque son envidiosos del renacimiento de España tras la guerra, cuando llegamos a la novena potencia industrial. Y de nuestra entrada en la democracia, tras la muerte del dictador.
Odiador no de Franco, que también, sino de España y los españoles, pretende calentar el ambiente para desterrar el perdón entre españoles, porque desconoce y no entiende la actual convivencia. Puedo decir esto por mi carteo con Preston por c.e., cuando al hablarle del perdón tras la guerra, de los españoles, ratificado en el 77, me preguntaba de qué perdón le hablaba. Le expliqué cómo los habitantes de Dresde (Alemania) habían perdonado a los ingleses, que, con los americanos, les habían producido en torno a 200.000 muertos civiles. Y podía comprobarlo, como inglés, viajando a esa ciudad o viendo cómo germanos jóvenes iban a Inglaterra, conviviendo en múltiples facetas con sus compatriotas ingleses.
Deberíamos desautorizar públicamente a este falso historiador y sus adláteres por pretender destruir España, volviendo a querer sembrar odio para ¿que nos peguemos de nuevo?, lo que desde la política siempre ha intentado Inglaterra.
P.S.– Me gusta distinguir entre política, políticos ingleses y ciudadanía de las islas británicas, que en muchos aspectos es admirable, lo que pude comprobar personalmente por haber vivido en esa tierra y conocido personalmente a gentes e instituciones.
mejores años de mi vida.
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